cabecera foro de análisis
Capítulo 3. El Triunfo de Apolo. Apolo 11: ¡Adiós, amigo!

Juan Manuel Álvarez Espada

Desde Encinasola…

Capítulo 3. El Triunfo de Apolo. Apolo 11: ¡Adiós, amigo!

Figura 1. Parche oficial de la misión Apolo 11

Enlaces a capítulos anteriores:

Capítulo 1: Programa Apolo. El recuerdo del futuro.

Capítulo 2: Apolo 10: ¡Hijo de P…!

De capítulos anteriores:

A pesar de los fulgurantes éxitos soviéticos de principios de los 60, USA, gracias a su poderío tecnológico e industrial, pronto comenzó a igualar la balanza en la carrera espacial. Espoleados por el reto lanzado por Kennedy de enviar un hombre a la Luna, más de medio millón de técnicos y más de 100 empresas se pusieron manos a la obra. Después de la terrible experiencia del Apolo I en 1967, los éxitos empezaron a caer del lado norteamericano. Apolo 7, Apolo 8 y Apolo 9 sirvieron para comprobar que las naves que formaban el programa Apolo podían llegar a la Luna. Apolo 10, lanzado en mayo de 1969, sirvió como puesta de largo. Aunque estuvo a punto de convertirse en un desastre y un punto de inflexión en el programa.

1.- La hora de la verdad. Los objetivos del Apolo 11.

EL día que amerizó el Apolo 10, el 26 de mayo de 1969, el Saturno V con denominación SA-506 llevaba más de dos meses montado (desde el 14 de abril de 1969) y ya estaba preparado en el complejo de lanzamiento 39-A de cabo Cañaveral. Este Saturno era la nave que llevaría al Apolo 11 primero a órbita terrestre para desde allí con su tercera fase impulsarlo hacia la Luna y a su objetivo final, alunizar.

Apolo 11 se catalogó como una misión tipo G, según la denominación oficial de la NASA. Con este tipo de misión se quería conseguir alunizar y realizar un paseo lunar de los astronautas (EVA, ExtraVehicular Activity) durante un corto período de tiempo, menos de 3 horas, para después de descansar y comer, volver a reencontrarse en órbita lunar con el módulo CSM.

El Apolo 11 sería una repetición casi calcada de la senda llevada a cabo por el Apolo 10, o según se mire, el Apolo 10 había abierto el camino al Apolo 11. Todos los pasos que había hecho aquella, iba a realizar esta. Todos, salvo el alunizaje que era el único procedimiento que hasta ese momento no se había realizado.

Los sitios de alunizaje fueron estudiados por la Junta de Selección de Sitios de Apolo de la NASA durante más de dos años. Al principio se consideraron treinta sitios, pero la lista se redujo a cinco para el primer aterrizaje lunar. La selección de los sitios finales se basó en fotografías de alta resolución tomadas por las sondas del programa Lunar Orbiter lanzadas entre 1966 y 1967, además de fotografías de primeros planos del Apolo 8, datos de superficie proporcionados por la nave espacial Surveyor, que aterrizó en la Luna y finalmente por las apreciaciones finales del Apolo 10 que corroboró el sitio de alunizaje nº 2 (el sitio finalmente elegido).

Los sitios originales estaban ubicados en el lado visible de la Luna, a 45 ° al este y al oeste de su meridiano central y 5 ° al norte y al sur de su ecuador. Las elecciones finales del sitio se basaron en los siguientes factores:

  • Suavidad: Relativamente pocos cráteres y cantos rodados.
  • Planicidad: no debería haber colinas grandes, acantilados altos o cráteres profundos que pudieran causar señales de altitud incorrectas al radar de aterrizaje del módulo lunar. Pendientes menores de 2°
  • Requisitos de propulsión: mínimo gasto potencial de propulsores del LM.
  • Revisitable: Si por algún motivo se producía un retraso en el lanzamiento, que fuera nuevamente alcanzado al lanzarse la nave apolo.
  • Retorno libre: sitios al alcance de la nave espacial lanzada en una trayectoria translunar de retorno libre.

Hubo una serie de consideraciones que determinaron las ventanas de lanzamiento para la misión de aterrizaje lunar. Estas consideraciones incluyeron las condiciones de iluminación en el lanzamiento, el acimut de la plataforma de lanzamiento, la geometría de inyección translunar, el ángulo de elevación del sol en el sitio de aterrizaje lunar, las condiciones de iluminación en la descarga de la Tierra y el número y ubicación de los sitios de aterrizaje lunares.

El tiempo de un aterrizaje lunar se determinó por la ubicación del sitio de aterrizaje lunar y por el rango aceptable de ángulos de elevación del sol. El rango de estos ángulos fue de 5° a 14° y en dirección de este a oeste. En estas condiciones, las sombras visibles de los cráteres ayudarían a la tripulación a reconocer las características topográficas. El número de oportunidades de lanzamiento en la Tierra para un mes lunar dado fue igual al número de sitios de aterrizaje candidatos.


Figura 2. Finalmente, el sitio elegido fue el punto nº 2 para el Apolo 11.

El momento del lanzamiento fue determinado principalmente por la variación permitida en el acimut de la plataforma de lanzamiento y por la ubicación de la Luna a la llegada de la nave espacial. Además, cada mes tenía un día de posible lanzamiento para alcanzar el sitio nº 2 en Mare Tranquilitatis. En Julio fue el día 16 y la segunda oportunidad planteada por los organizadores del Apolo 11 fue el 12 de agosto.

Figura 3. Trayectoria translunar (TLI) y transterrestre (TEI) del Apolo 11 con las dos ventanas de lanzamiento consideradas, el 16 de julio y el 12 de agosto de 1969.
Figura 4. Zona nº 2 de alunizaje en Mare Tranquilitatis. El punto verde indica el sitio final de alunizaje. En la parte superior el cráter Moltke. La trayectoria del LM era de izquierda a derecha de la imagen.

Dos ventanas de lanzamiento ocurrieron cada día. Uno estaba disponible para una inyección translunar sobre el Océano Pacífico, y el otro estaba sobre el Atlántico. Se prefirió la oportunidad de inyección sobre el Océano Pacífico porque generalmente permitía un lanzamiento durante el día (todas las misiones Apolo ocurrieron durante el día, salvo el Apolo 17 que se hizo de noche).

2.- El introvertido, el ambicioso y el filósofo.

Si había algo que destacar en Armstrong, Aldrin y Collins, los miembros finales del Apolo 11 es que eran bastante individuales, antes de la misión Apolo que los unió y después de la misión que los encumbró a la fama. Fue una relación complicada, nada que ver con otras tripulaciones. Collins dijo en sus memorias, que siempre fueron “afables desconocidos”. Nunca hablaban de cosas fuera de los aspectos técnicos de la misión.

Neil Armstrong era ante todo un investigador de las técnicas aeroespaciales, lo fue desde niño y quiso ser desde siempre diseñador de aviones y de naves espaciales. Era una persona bastante pragmática y consideró que como no tenía la formación adecuada, ni el dinero para tenerlo, lo mejor era hacerse piloto militar y de ahí pegar el salto a la investigación. Previamente se sacó su licencia de vuelo a los 16 años, antes de poder conducir coches.

Tan pragmático era que lo único que le importó de su viaje a la Luna fue aterrizar a salvo y volver de una pieza a casa, sin defraudar a nadie.

Era una persona de pocas palabras y bastante medidas. Meditaba mucho antes de hablar. En las memorias de Gene Kranz, opinaba que Armstrong tenía mentalidad de comandante… y por tanto no necesitaba demostrarlo.

Participó en la guerra de Corea como piloto y en una misión sobre Corea del Norte, fue alcanzado su F9F panther. En vez de eyectarse sobre territorio enemigo y con media ala izquierda destrozada, recorrió 500 km controlando el avión y se eyectó al cruzar la frontera de Corea del Sur. Fue la primera vez que llamó la atención de sus superiores. Terminada la guerra, pudo concluir sus estudios de ingeniería aeronáutica, se casó con Janet Shearon y se hizo piloto de pruebas en la base Edwards en California.

Sus compañeros y jefes lo consideraban buen piloto, aunque no el mejor, pero extraordinario a la hora de analizar las cuestiones técnicas, lo cual, para ser un piloto de pruebas, era extraordinario. Sobrevivió a un segundo incidente con un avión cohete X-15, a punto estuvo de no contarlo.

Figura 5. Armstrong en paracaídas después de eyectarse del demostrador de aterrizaje lunar LLVR

Neil y Janet se aislaron del mundo y se compraron una casa en una remota región sin luz ni agua corriente y tuvieron tres hijos, uno de ellos fue Karen. Karen murió de un tumor cerebral pasadas las navidades de 1962, el día en el que Janet y Neil cumplían su sexto aniversario de boda. Fue un golpe doloroso para ambos.

En 1959 quiso unirse a la NASA para explorar el vuelo en naves espaciales, un mundo nuevo, pero fue rechazado. Volvió a intentarlo en 1962 y esta vez sí pudo entrar, aunque su solicitud llegó fuera de plazo.

En 1964, muchos de los recuerdos de Karen se quemaron en un voraz incendio en la casa de los Armstrong. Casi pierden a un hijo en el incendio. Recibió la ayuda de su vecino Ed White, su mejor amigo y también astronauta. Tres años más tarde, White murió en un incendio dentro de la cápsula Apolo I. Lo enterraron el mismo día que Karen fue enterrada cinco años antes. Otro golpe para Armstrong.

En 1966 participó en la misión Gemini 8 con el astronauta Scott. Casi no lo cuenta. Por un problema técnico tuvieron que acortar la misión de manera inmediata y realizar una reentrada de emergencia. Por su gestión en este vuelo, Armstrong fue valedor de un reconocimiento generalizado a su sangre fría y a su buen hacer.

El 6 de mayo de 1968 probando un vehículo de investigación que asemejaba al módulo lunar, pero en atmósfera terrestre, el vehículo tuvo problemas, y apuró hasta instantes finales para comprobar por qué fallaba. Fue la segunda vez que se tuvo que eyectarse de una aeronave.

Figura 6. El LLVR (Vehículo de investigación de alunizaje), como el que llevaba el día del incidente.

Aldrin fue también un solitario. Hijo de un ingeniero eléctrico, además de piloto, siempre se mostró distante con él. Su infancia estuvo marcada por el intento de reconocimiento de su padre y por un carácter sensible que según cuenta él mismo tuvo que esconder. Obtuvo unas notas discretas en la escuela, pero era una persona que cuando se proponía algo ponía el mayor empeño. Entró en West Point siendo el tercero de su promoción. Su padre lo único que acertó a preguntarle fue quiénes habían sido el primero y el segundo. Se unió a la fuerza aérea, ambicionó volar en cazas y, moviendo todos los hilos, lo consiguió. Estuvo en la guerra de Corea y derribó dos cazas Mig norcoreanos. Tenía un carácter insensible con sus compañeros y era demasiado competitivo. Se casó con una mujer extremadamente culta para él, cosa que envidiaba. De hecho, dejó la oportunidad de entrar en el cuerpo de pilotos experimentales para realizar un postgrado en el MIT sobre técnicas de reencuentro en órbita para naves tripuladas. Entró en el centro de sistemas espaciales al principio de 1963 y cuando se requirió un tercer grupo de astronautas en 1963 presentó su solicitud siendo aceptada. Debido a su especialización en encuentros espaciales le pusieron de mote Mr. Rendezvous (Sr. Reencuentro).

Viendo pasar las misiones Gemini y que él no volaba en ninguna de ellas, se fue a hablar directamente con Deke Slayton para pedirle una misión, dado lo preparado que estaba. Slayton lo consideró una insolencia y lo despachó rápidamente. Aquello pareció frenar su carrera, pero la muerte de los astronautas Bassett y See en un accidente aéreo hizo que entrara como suplente del Gemini 9 y con posibilidad de volar en el Gemini 12.

El vuelo de Armstrong y Scott en el Gemini 8 fue un desastre y al intentar corregirlo, se formó una reunión de expertos con los jefes de la NASA a la cabeza. En dicha reunión Aldrin observó un hecho que era cierto y que se había pasado por alto, pero la forma de decirlo «apuntándose el tanto», cabreó a toda la dirección de la NASA. Casi es despedido, pero Slayton lo salva “in extremis”.

Y entonces ocurrió el milagro, Al realizar el vuelo Gemini 12 con Lovell como comandante y él como piloto, se estropeó el radar de encuentro y Mr. Rendezvous llegó al rescate. Con sus conocimientos y un sextante fue capaz de llegar hasta el vehículo de acoplamiento y salvó la misión. Realizó un EVA largo donde otros astronautas no llegaron debido al extraordinario cansancio en su realización. Aldrin no se cansó, se entrenó en una piscina de agua, durante días. Fue el primer astronauta en hacerlo.

Figura 7. Aldrin revisando fotos de la superficie de la luna, dos días antes del despegue del Apolo 11.

Inició la misión Gemini 12 totalmente cuestionado y volvió como un héroe ambicionando un puesto en el olimpo. Ahora se encaminaba con paso firme al proyecto apolo. Su madre no pudo verlo, cayo en una profunda depresión y se suicidó. Este hecho le marcó desde entonces.

Collins era el cuarto hijo de un general de división bastante importante. Estuvo en Europa, Asia, varios países de América y eso le dio una visión mucho más abierta del mundo. Era un solitario, pero aprovechaba esa soledad para leer. A los 10 años, las prostitutas de cerca de su casa en Puerto Rico le pagaban para que hablara y leyera para ellas. Le gustaba estudiar y era bastante bromista con comentarios bastante graciosos que se harían famoso luego en los vuelos espaciales que participó. Entró en el ejército, más por obtener educación gratuita que por amor a la milicia.

Se pudo aprovechar de sus ascendentes familiares, pero en vez de eso se alistó a la fuerza aérea y fue transferido a reactores en una base de la OTAN en Francia. Se casó con una mujer con estudios que quedó impresionada por su conocimiento de la cultura francesa y de que le encantase la lectura y el teatro. Quiso salirse del ejercito y meterse en el departamento de estado y ambicionar una embajada, pero de repente encontró placentero volar y se incorporó al cuerpo de pilotos de prueba. En 1962 quiso entrar en la NASA. En una de las pruebas, un psiquiatra le puso una hoja en blanco y le pidió a Collins que describiera lo que veía. Collins la miró y le dijo al psiquiatra: “Hum, es difícil adivinar lo que piensa un psiquiatra”. Tuvo muy alta puntuación, pero no entró por falta de horas de vuelo y estudios de postgrado. Adquirió horas y se apuntó a un grado de vuelo orbital. En 1963 entró en la NASA. Se convirtió en experto en trajes presurizados sin perder su mordaz humor. En una de las excursiones de supervivencia indicó “De ir en reactores supersónicos he ido progresando hasta espolear un burro para salir del Gran Cañón”.

Figura 8. Vuelo de Collins con Slayton en un T-38 de pruebas. Slayton sabía al bajar del avión que, si el Apolo 11 tenía éxito, Collins no volvería al espacio.

Collins voló en el Gemini 10 con el astronauta John Young como comandante, estableciendo un record de altitud y realizando dos EVA en el espacio.

Fue el primer astronauta del Apolo 11 que manifestó su deseo de dejar el programa espacial antes incluso de protagonizar la histórica misión. Y se lo dijo al propio Slayton. Fue durante un vuelo a Florida un par de meses antes, en la que ambos pilotaban un T-38 de entrenamiento. Slayton le dijo que había pensado en él para futuras misiones, dado que al ser piloto del módulo de mando en un viaje que marcaría un antes y un después, se merecía el mando de una futura misión. Collins le dijo que, si la misión era un éxito, él no volvería al espacio.

3.- Apolo 11. ¿Quién, cómo y cuándo?

Si Dios existe, se llamaba Deke Slayton. Desde luego en las bibliografías consultadas de los astronautas e ingenieros, desde Collins, pasando por Aldrin, Scott y terminando por el jefe de los directores de vuelo Kraft, el hombre clave para elegir las tripulaciones de vuelo era Slayton.

Slayton había sido elegido como astronauta para volar en las misiones Mercury, de hecho, iba a volar en la segunda misión Mercury pero se le detecto una afección cardiaca y fue apartado del programa.

Figura 9. Los "siete" del programa Mercury. Glenn, Slayton, Carpenter, Grissom Shirra, Shepard y Cooper

Su lugar fue ocupado por Virgil Grissom, que murió en el accidente del Apolo I. Se retiró del servicio militar y pasó como civil a la NASA a cargo de la composición de las misiones Gemini y Apolo. Aunque antes había que dotar a la NASA de astronautas para poder formar composiciones. Las cápsulas Mercury sólo admitían 1 astronauta, las naves Gemini, 2 astronautas y las naves Apolo, 3 astronautas.

En abril de 1962, la NASA pidió solicitudes para una nueva clase de astronautas. Los aspirantes deberían ser pilotos de prueba que volaran en aviones de alto rendimiento y que poseyeran un título universitario en ingeniería o en cualquier ciencia aplicable. No podían medir más de 1,80 m de altura y no ser mayores de 35 años.

En octubre de 1962, los Nueve nuevos (grupo nº2 de astronautas), entre ellos Armstrong, fueron los elegidos para volar en los nuevos programas Gemini y Apolo además de los 7 del Mercury (que quedaron en 6 después de la baja de Slayton).

Figura 10. El segundo grupo de astronautas, los “nueve nuevos”. De pie de izquierda a derecha. Elliot See (civil), James McDivitt, James Lovell, Edward White, Thomas Stafford. De rodillas: Charles Conrad, Frank Borman, Neil Armstrong (civil) y John Young. Casi todos ellos, serían los grandes protagonistas del programa Apolo.

Estos hombres serían los que posteriormente dirigirían las primeras misiones Apolo entre ellas la misión de alunizar.

Mientras los planes del proyecto Apolo seguían adelante, la NASA abrió un nuevo periodo de ingreso en junio de 1963. Se eliminó el requisito de ser piloto de pruebas y se cambió por ser piloto de reactores, eso sí debían tener una titulación de ingeniería o ciencia aplicada.

En octubre de 1963 se anunció la nueva tanda de astronautas elegidos, los catorce, (grupo nº 3 de astronautas). Entre ellos se incorporaron Collins y Aldrin.

Figura 11. Los “catorce”. De pie y de izq. dcha. Michael Collins, Walt Cunningham, Donn Eisele, Theodore Freeman, Richard Gordon, Russell Schweickart, David Scott y Clifton Williams. Sentados de iza. a dcha: Edwin Aldrin, Will Anders, Charles Basset, Alan Bean, Gene Cernan y Roger Chaffee

De todos ellos, y antes de comenzar los viajes del Apolo, habían muerto en accidentes: Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee en el incendio del Apolo 1; Elliot See, Charles Bassett, Theodore Freeman, y Clifton Williams en accidente aéreo durante los entrenamientos.

La forma de elegir las tripulaciones era acomodar compañeros que se complementaran, respetando la veteranía y la fecha de entrada en la NASA. Con la tripulación principal se elegía una tripulación suplente que, en caso de no pasar a principal, después de dos misiones se convertían en tripulación principal de la tercera misión desde que eran nombrados tripulación de reserva. Una manera cualquiera de elegir tripulaciones.

En 1968 después del accidente del Apolo I, Slayton, activó la vuelta al trabajo llamando a dieciocho astronautas de los grupos 1, 2 y 3, después del shock por la pérdida de Grissom, White y Chaffee y del período de posteriores arreglos a la nave CSM.

Slayton fue directo al grano y anunció “los que van a pilotar las primeras misiones lunares son los que están en esta habitación”. Comentó que había planeado cinco vuelos tripulados, designados como C, D, E, F y G.

  • La misión C, evaluación del CSM en órbita terrestre, se convertía en el Apolo 7 comandada por Walter Schirra (CMD) con Eisele (CMP) y Cunningham (LMP). La tripulación de reserva era Stafford (CMD), Young (CMP) y Cernan (LMP).
  • La misión D, evaluación del CSM y LM en órbita terrestre, sería el Apolo 8 comandada por McDivitt (CMD) con Scott (CMP) y Schweickart (LMP). La tripulación de reserva era Conrad (CMD), Gordon (CMP) y Bean (LMP).
  • La misión E, Operación de CSM y LM simulando misión lunar en orbita terrestre elíptica, sería el Apolo 9 comandada por Borman (CMD) con Collins (CMP) y Anders (LMP). La tripulación de reserva era Armstrong (CMD), Lovell (CMP) y Haise (LMP).
  • La misión F, Operación de CSM y LM en órbita lunar, demostrando el LOR (Lunar Orbiter Rendezvous, encuentro en órbita lunar de dos naves) se convirtió en la misión Apolo 10. Sin nombramiento de tripulación principal ni de reserva.
  • La misión G, sería el primer aterrizaje lunar tripulado. El Apolo 11. Sin nombramiento de tripulación principal ni de reserva.

Siguiendo la forma de nombrar tripulaciones indicada anteriormente, Stafford, Young y Cernan que era tripulación suplente del Apolo 7 se convertiría en tripulación principal del Apolo 10, como así fue. La tripulación de reserva del Apolo 8, se convertiría en la tripulación principal del Apolo 11 y por tanto Conrad, Gordon y Bean eran a priori los elegidos para ser los primeros en una misión de alunizaje.

Figura 12. La primera tripulación que se consideró para alunizar, si no se hubiera producido el retraso del módulo lunar. De izq a dcha. Bean (LMP), Gordon (CMP) y el comandante Conrad.

Pero entonces ocurrieron tres hechos que cambiaron este esquema planteado por Slayton.

El primer hecho fue que, a mediados de 1968, Grumman, el contratista principal del LM aconsejó a la NASA retrasar la misión Apolo 8, en la que se iba a probar el LM, dado que la nave no estaba totalmente operativa, sobre todo a nivel de soporte vital con fallos eléctricos generalizados y con un software que no funcionaba.

El segundo hecho fue que la CIA había informado de que una nave del tipo ZOND soviética, preparada para vuelo lunar, había partido en septiembre de 1968, aunque no se había detectado comunicaciones humanas (en realidad estaba tripulada por dos tortugas y pequeños insectos que se convirtieron en los primeros terrestres en ir y volver a la Luna). El viaje de esta ZOND fue un éxito. Podría ser un presagio de que se preparaba un vuelo circunlunar posterior tripulado. En noviembre de 1968, se tuvo informes de un segundo vuelo de una nave tipo ZOND hacia la luna, también sin tripulación. Esto ya presagiaba algo grave y los norteamericanos no querían que les volvieran a ganar por una mano. Así que, dado que el LM no estaba listo, a los directivos de la NASA se les ocurrió mandar un CSM a circunvalar la Luna que además demostraría las cualidades de dicha nave para realizar un viaje lunar y evitar que los soviéticos se les adelantara.

Slayton se reunió con McDivitt (comandante del Apolo 8) y le invitó a dejar su misión de prueba con el LM y adelantar su vuelo con destino a la Luna en las navidades de 1968. McDivitt, incomprensiblemente rehusó adelantar su misión porque se estaba preparando concienzudamente para probar el LM y él y su tripulación estaba trabajando codo con codo con la Grumman. Así que Slayton se dirigió a Borman (comandante del Apolo 9) y le propuso adelantar su misión, pero sin el LM. Borman aceptó y se hicieron los cambios necesarios de misiones.

  • La misión E de prueba de CSM + LM en órbita elíptica terrestre se cancelaba y pasaba a ser una misión C modificada para volar el CSM en órbita lunar con denominación Apolo 8, para volar en las navidades de 1968.
  • La misión D se retrasaba, pero sus funciones seguían siendo las mismas. Probar el CSM y el LM en órbita terrestre. Con esto se daba cuatro meses más de tiempo (hasta marzo de 1969) para corregir los fallos del LM. La denominación pasaba a ser Apolo 9.
  • La tripulación principal del Apolo 8 pasaba a estar formada por Borman (CMD) con Collins (CMP) y Anders (LMP) siendo su tripulación de reserva Armstrong (CMD), Lovell (CMP) y Haise (LMP).
Figura 13. Tripulación original del Apolo 9 que pasó a ser tripulación principal del Apolo 8 con la negativa de McDivitt de cambiar de misión. De izq a dcha, Anders, Collins y Borman (comandante).
  • La tripulación principal del Apolo 9 pasaba a estar formada por McDivitt (CMD) con Scott (CMP) y Schweickart (LMP). La tripulación de reserva era Conrad (CMD), Gordon (CMP) y Bean (LMP).

Esto hacía que, ahora, la tripulación de reserva del Apolo 8 formada por Armstrong, Lovell y Haise podría ser, con el esquema de Slayton, la primera en intentar el alunizaje.

El tercer hecho es que, en julio de 1968, Collins había empezado a notar que, al realizar ejercicio físico, sus piernas no respondían bien y sus rodillas cedían. Se hizo una revisión médica y se le diagnosticó un crecimiento óseo anormal entre las 5ª y 6ª vértebra que aconsejaba cirugía. Así que, sin más remedio, Collins se quedaba en tierra y Lovell pasaba de reserva a principal. La tripulación definitiva del Apolo 8 estaría formada por Borman (CMD) con Lovell (CMP) y Anders (LMP). Ahora tocaba recomponer la tripulación de reserva comandada por Armstrong. Se tomó inmediatamente la decisión de integrar a Aldrin como nuevo CMP, después del cambio de Lovell por Collins. Quedaba entonces la tripulación de reserva del Apolo 8 compuesta por Armstrong (CMD), Aldrin (CMP) y Haise (LMP). Esta sería la hipotética tripulación del Apolo 11 que se dispondría a alunizar, según el esquema de Slayton. Los astronautas que bajarían a la superficie lunar serían Armstrong y Haise.

Figura 14. Tripulación de reserva del Apolo 8 e hipotética tripulación del Apolo 11. De izq a dcha. Armstrong (comandante), Aldrin (CMP) y Haise (LMP). Con esta composición, Armstrong y Haise hubiesen sido los primeros caminantes en la Luna.

En las navidades de 1968, Slayton habló con Armstrong y le ofreció el mando del Apolo 11 que si todo iba bien sería la primera en alunizar. Con una tripulación deshecha por los cambios de los últimos meses, Slayton le ofreció a Armstrong que Buzz Aldrin siguiera siendo su CMP como en la tripulación de reserva del Apolo 8 y Collins, recién reincorporado de su operación, su LMP y por ende segundo en pisar la Luna. Armstrong no le dio una respuesta inmediata, se lo pensó con la almohada y le dijo que quería hacer un cambio, Collins sería su CMP ya que era experto en el CSM y el problemático Aldrin pasaría a ser LMP. Armstrong comunicó en presencia de Slayton a ambos, el 6 de enero de 1969 que volarían en el Apolo 11.

Tres días después se anunció oficialmente la tripulación principal del Apolo 11 formada por Armstrong (CMD), Collins (CMP) y Aldrin (LMP) y la tripulación de reserva formada por Lovell (CMD), Anders (CMP) y Haise (LMP). Tiempo después hubo algunas informaciones en las que se dijo que se eligió a Armstrong por ser civil en una época en la que la guerra de Vietnam estaba en su punto álgido. No fue cierto y el propio Slayton se encargó de desmentirlo.

Elegida la tripulación después de muchas vicisitudes, centrémonos en las naves que formaban Apolo 11.

Figura 15.Tripulación principal del Apolo 11. Aldrin, Collins y Armstrong

El cohete que iba a poner en órbita al Apolo 11, como se ha indicado antes, sería un Saturno V, en concreto el AS-506. Una mole de 110 m de alto, 10 de ancho y algo más de 3.000 Tn, lleno de combustible.

Figura 16. El Saturno V, AS-506 con el Apolo 11, en su camino hacia el complejo de lanzamiento 39-A, pasa al lado de la estructura de servicio móvil, que se unirá sobre la plataforma a medida que continúan las preparaciones de lanzamiento.

El módulo de mando y servicio para el Apolo 11 fue el CSM-107, que era la nave principal de las dos naves enviadas hacia la Luna, la parte superior del CSM de forma cónica era lo que volvía del espacio con los astronautas, puesto que poseía un escudo térmico en su parte inferior, capaz de soportar las altas velocidades de entrada en la atmósfera. Se utilizaba una aleación de aluminio y acero en su construcción con capas de aislamiento y en la parte de servicio del CSM estaban los depósitos de oxígeno e hidrógeno que, a través de tres células de combustible, dispositivos electroquímicos, se convertían en agua y electricidad para la nave y que podía recargar el módulo lunar.

Figura 17. El CSM "Columbia", trasladándose al acoplador del Saturno, encima del LM y estos a su vez encima del S-IVB. Abril de 1969.

La computadora del CSM, denominada AGC, tenía dos terminales de entrada de datos, en la parte central del tablero de mandos y en la zona de observación, cargaba el software de control Colossus IIA “comanche”.

Figura 18. Configuración final de la nave apolo que se coloca encima del S-IVB

Por último, estaba el módulo lunar, que para el Apolo 11 fue el LM-5 una versión muy mejorada del LM-4, el módulo lunar pilotado con el Apolo 10. Este LM disponía, como mejora la implantación de un sistema de comunicaciones VHF para las actividades EVA en la Luna, un motor de ascenso más ligero y más protección térmica en el tren de aterrizaje. Su peso se redujo en 300 Kg con respecto al LM anterior.

Figura 19. Un diagrama del LM con sus principales características. Configuración de alunizaje con sus antenas VHF. Los Reaction Control Thrusters (RCS) son los pequeños motores de posicionamiento.
Figura 20. El LM-5 "Eagle" sometido a pruebas con el tren de aterrizaje en abril de 1969

El software que montaba el LM era el Luminary IIA que incluía todo el sistema de guiado de descenso y una mayor eficiencia de la gestión de soporte vital para los astronautas.

Figura 21. La parte inferior de la tercera etapa S-IVB se coloca sobre la segunda etapa S-II. Marzo de 1969.

Dado que el Apolo 10 había concluido con éxito su misión, se siguió adelante con el plan establecido de intentar el vuelo del Apolo 11 en Julio de 1969. Si no fuera posible el día señalado, podían volver a intentarlo en agosto de ese año o si no se conseguía el alunizaje, todavía se tenía la posibilidad de conseguir alunizar antes de terminar el año con el Apolo 12. Se fijó como día de lanzamiento el 16 de Julio de 1969, este día permitía llegar perfectamente al punto de alunizaje nº 2.

Figura 22. El CSM con el LM dentro del adaptador, se coloca sobre la parte inferior del S-IVB. Mayo de 1969.

5.- ¿Segundo? y ¿por qué no el primero?

Inmediatamente después de saber cuál era la tripulación del Apolo 11, lo siguiente que se quería saber era cuál de los dos astronautas que iban alunizar, Armstrong y Aldrin, iba a ser el primero en pisar la Luna.

En el programa Gemini, al espacio siempre salía el piloto, mientras que el comandante se quedaba en la nave pilotando la misma. George Mueller director asociado de la NASA dijo a los reporteros que sería Buzz Aldrin el primero. Aldrin estaba contento, pasaría a la historia y sin ser comandante de la misión. En marzo de 1969, le llegó rumores de que la NASA consideraba que el comandante sería el primero. Aldrin encolerizó y empezó a buscar las causas de ese, para él, repentino cambio de opinión, llegó a pensar que la condición civil de Armstrong era lo que marcaba la diferencia. El padre de Aldrin intentó hablar con las altas esferas de la NASA para conseguir que su hijo pudiera ser el primero. Esto llegó a los oídos del todopoderoso Slayton que, de momento, no hizo nada.

Aldrin habló con Armstrong para convencerle de que él tenía que ser el primero. Armstrong le dijo que no se iba a autoexcluir y que lo tendría que decidir la superioridad. Después, Aldrin fue a hablar con Collins para recabar su apoyo, pero Collins ni quiso saber nada del asunto.

Viendo que no conseguía nada hablando con Armstrong y Collins y que su padre andaba por las altas esferas, se sintió con seguridad para hablar con George Low, el directivo de más alto rango del proyecto Apolo. Cuando fue a hablar con él a finales de marzo de 1969, Low lo recibió y le dijo que la condición de civil no era relevante para ser el primero. Le dijo que no se preocupara, pero no le dio ninguna respuesta.

Figura 23. Lovell (a la derecha) y Haise (a la izquierda) de la tripulación de reserva del Apolo 11 se preparan para una simulación en un LM.

A principios de abril de 1969, Armstrong fue a hablar con Slayton para que se pudiera zanjar de una vez el tema de quién iba a salir primero, dado que la situación estaba enturbiando las relaciones de la tripulación y  los entrenamientos. Días después, hubo una reunión en la que participaron Chris Kraft, director de operaciones de vuelo; Bob Gilruth, director del centro de naves espaciales tripuladas; George Low director de la oficina Apolo y Deke Slayton. En esa reunión, los tres directores se decantaron por la opción de que el primero en salir sería el comandante, en este caso Armstrong, que, además, para todos los directores, era el que mejor representaba el espíritu de la NASA. Slayton se reservó la opinión. El 14 de abril de 1969, George Low anunció que Neil Armstrong sería el primer hombre en pisar la luna. Slayton le dijo a Aldrin posteriormente que la posición física del comandante en la nave, le daba más espacio para salir, dado que la escotilla de salida se abría hacia adentro y hacia el lado del piloto con lo que era prácticamente imposible que Aldrin saliera primero.

Figura 24. Tripulación principal y de reserva del Apolo 11 entrenándose para recolectar piedras. De izq a dcha: Armstrong, Aldrin, Lovell y Haise (con sombrero). Febrero 1969.

Aldrin aceptó la explicación, pero Collins en sus memorias indica que Aldrin se volvió más pesimista y se encerró en si mismo durante semanas.

Figura 25. Aldrin a la izquierda y Armstrong a la derecha en un entrenamiento. Armstrong comprueba el despliegue de una antena de banda S. Al final, esta antena no se desplegó en el Apolo 11 ya que, sin televisión en color, en directo, no era necesario.
Figura 26. Collins en una simulación en una centrifugadora.

4.- Un emblema que quiso representar a toda la humanidad.

Aparte de todos los cometidos esenciales de una misión de estas características había que reservar tiempo para cosas que a priori eran menos esenciales, entre ellas crear el emblema de la misión y ponerles nombre a las naves.

Respecto al emblema el astronauta Jim Lovell le sugirió a Collins poner un águila en el emblema. Collins, en su casa, ojeando unas revistas, encontró la fotografía de un águila de cabeza blanca, muy representativo de EEUU, con las patas en posición de captura de una presa que podía representar el aterrizaje. Calcó la fotografía en una servilleta de papel, le añadió la superficie lunar, representando el conjunto de cráteres Maskelyne próximo a la zona de alunizaje y la palabra Apollo en la parte superior y “eleven” (11 en inglés) en la parte inferior, y añadió la Tierra de una fotografía del Apolo 8 en la parte izquierda.

Quiso introducir un elemento que representara la llegada en paz de la misión, pero no supo como hacerlo. Un instructor de vuelo le indicó que el águila podía llevar una rama de olivo en el pico. Así que lo representó así. Al enseñarlo al resto de tripulación, Armstrong cambió la palabra “eleven” por 11 que se entendería en el extranjero y lo unió con la palabra Apollo. Los tres estuvieron de acuerdo en no poner sus nombres para que el emblema representara a todos los miembros que habían trabajado en el proyecto y a la humanidad en general. Envió el diseño para su aprobación, pero en el centro de operaciones de la NASA no fue aprobado porque la representación de las garras resultaba demasiado belicosa y parecía que querían apoderarse de la luna. Así que, con la negativa de vuelta, repensó la idea de la rama del olivo y la cambió del pico a las patas de tal manera que el águila agarraba la rama de olivo. Esta vez si fue aprobado y este es el emblema final que todos conocemos.

Figura 27. La pintura de Walter Weber que salió en la revista National Geographic de 1950, que sirvió de inspiración a Michael Collins para el parche del Apolo 11.

Hubo dos emblemas de los once que compusieron el programa Apolo que no tuvieron los nombres de los astronautas. Uno fue el del Apolo 11 y el otro fue el del Apolo 13, aunque este último, hace referencia en su logotipo a los tres astronautas.

Lo último que quedaba por hacer una vez creado el emblema, era ponerles nombre a las naves. John Scheer, el director de relaciones públicas de la NASA, después de los fiascos en los nombres anteriormente elegidos (Gumdrop, Charlie Brown, spider o Snoopy) se implicó más en esta ocasión tan especial. El fue el que “impuso” que el nombre del CSM fuera “Columbia” por dos motivos: evocaba al cañón Columbiad, el cañón ficticio que disparó la nave espacial desde Florida en la novela de Julio Verne “De la Tierra a la Luna” y además tenía referencias a Colón y a la primera opción que se eligió para nombrar a los EEUU. Collins eligió para el módulo lunar el nombre de “Eagle” (Águila).

5.- 1201, 1202

El 3 de Julio de 1969 se hizo la simulación final del alunizaje para los controladores de misión. Armstrong y Aldrin no participaron y en su lugar participaron los astronautas Scott e Irwin, suplentes del Apolo 12. Jack Garman, ingeniero de sistemas de control, quería probar la reacción de la tripulación y de los controladores de vuelo a algunas alarmas de software. Por eso se puso en contacto con el supervisor de simulación Dick Koos para realizar las pruebas.

Todo marchaba según lo previsto, y la maniobra de alunizaje había empezado hacía tres minutos. En ese momento, Dick Koos disparó una serie de alarmas del ordenador del LM. Steve Bales, el oficial de guiado de control de la misión, que participaba en la simulación descubrió que la computadora mostraba una alarma “1201”. Mirando el glosario del software vio que significaba “desbordamiento de ejecución, no hay áreas de ejecución libres”, y Bales dedujo que la computadora estaba sobrecargada. Volvieron a aparecer nuevamente más alarmas 1201 y posteriormente apareció la alarma 1202 que volviendo a mirar el glosario significaba “desbordamiento en ejecución, no hay memoria disponible”, deduciendo que no había memoria suficiente para darle al programa datos. No había reglas sobre estas alarmas y preguntó a su experto en software Jack Garman sobre los fallos, este le indicó que ambos códigos indicaban que la computadora no podía terminar los programas en ejecución y se reiniciaba automáticamente, siendo su tiempo de reinicio 2 s, iniciando su funcionamiento en donde lo había dejado y con los datos que tenía guardados.

Figura 28. Steve Bales en su pupitre de guiado en control de misión y abajo Jack Garman, recibiendo un premio de manos del astronauta Shepard.

Al no saber qué tareas estaban desatendidas, en un momento tan crítico como el alunizaje, optó por recomendar al director de vuelo Gene Kranz abortar la misión. Al terminar la prueba Dick Koos les indicó que no era necesario abortar, sino que estando todos los parámetros bien, se reiniciaba la computadora y se visualizaban nuevamente los datos de vuelo. Kranz y el resto del equipo aprendieron de este error y Garman trabajo durante dos días sobre estos dos fallos, incluyéndose los mismos en la edición final de códigos de error, pero no se comentó con la tripulación estos nuevos códigos. Veremos que importancia tuvieron estos códigos en la fase final del alunizaje real.

Figura 29. Parte de la chuleta de Jack Garman con posibles errores que se podrían dar, entre ellos los errores 1201, 1202.

6.- LCC, MOCR, MSFN y DSN

Un aspecto importante en las misiones Apolo, fue el control de la misión desde Tierra tanto en el despegue como en el resto de la misión.

El LCC, centro de control de lanzamiento, gestionaba los lanzamientos de las naves espaciales tripuladas en Cabo Cañaveral (Florida). Disponía de dos salas de control con unos 500 técnicos principales en consolas y otros 5.000 técnicos de apoyo. El director de lanzamiento del Apolo 11 fue Issom ‘Ike’ A. Rigell.

Figura 30. El Saturno V con el Apolo 11 saliendo del edificio de ensamblaje (VAB) rumbo a la plataforma de lanzamiento. Al lado del VAB y del Saturno, podemos observar un edificio más pequeño, el LCC (Centro de control de lanzamiento).

Rigell era el personaje clave en el lanzamiento, dado que debía tomar la decisión final de autorización de lanzamiento. Una vez que el Saturno abandonaba la torre de lanzamiento, el control de la misión se trasladaba al MOCR.

Figura 31. Tres personajes importantes en el programa Apolo. De dcha. a izq. el director de lanzamiento, el director del programa Apolo y el director de vehículos de lanzamiento. El día del lanzamiento.
Figura 32. Personal de control en el LCC posteriormente al lanzamiento del Apolo 11. Podemos observar a Deke Slayton en la segunda fila a la derecha. En la tercera fila, en el centro de la imagen, la única mujer controladora en el LCC, JoAnn Morgan de control de instrumentación.

El MOCR (sala de control de operaciones de la misión) era el alma del control de todos los sistemas físicos y de procedimientos del programa Apolo y por ende del Apolo 11. En esta sala estaba situado “Control de misión”. Consistía en un grupo reducido de especialistas con una edad promedio de 26 años que actuaban bajo el control del director de vuelo (Flight). Podían resolver casi cualquier problema y normalmente el tiempo entre la detección de un problema, comunicación al director de vuelo y resolución podía ser entorno a 20 segundos. Cada especialidad disponía a su vez de un servicio de apoyo de cientos de técnicos. Al igual que los astronautas, los equipos de control de misión pasaron incontables horas entrenándose mediante simulaciones.

Para el Apolo 11 se organizó cuatro equipos de control de misión (se indica los elementos clave de control del Apolo 11):

  • Equipo verde, dirigido por Clifford Charlesworth y Gerald Griffin. Controló el lanzamiento y en el EVA (paseo lunar) del Apolo 11.
  • Equipo negro, dirigido por Glynn Lunney. Controló el despegue del LM desde la luna y el reencuentro con el CSM.
  • Equipo marrón, dirigido por Milton Windler. Controló la reentrada del módulo de mando en la Tierra a su vuelta de la Luna.
  • Equipo blanco, dirigido por Gene Kranz. Controló el alunizaje del LM.

Los cuatro directores de vuelo estaban dirigidos a su vez por el director de operaciones de vuelo Christopher Kraft

Figura 33. Los directores de vuelo del Apolo 11. De pie izq a dcha. Griffin, Windler y Lunney. Sentados de izq a dcha. Charlesworth y Kranz.

EL MOCR se encontraba físicamente en la tercera planta del edificio 30 del dentro del centro espacial Johnson, Houston (Texas), anteriormente conocido como centro de control tripulado (MSC).

La sala se dividía en tres grandes áreas: área de proyecciones, área de control donde se disponían los pupitres control y la sala de visitas con capacidad para 70 personas aproximadamente.

La descripción de los pupitres de control es la siguiente:

  • Primera fila (números 1, 2, 3 y 4). Directores generales.
    • (1). Director de operaciones de vuelo. Christopher Kraft.
    • (2). Directores de operaciones de misión.
    • (3). Departamento de defensa.
    • (4). Relaciones públicas.
  • Segunda fila (números 6 al 10). Dirección de vuelo, coordinación y comunicaciones.
    • (5). FLIGHT. Director de vuelo. Máxima autoridad en el control de la misión.
    • (6). INCO. Instrumentación y control. Comunicaciones del CSM y LM.
    • (7). O&P. Operaciones y procedimientos. Control de calidad y aspectos burocráticos entre los diferentes centros de misión de que constaba la NASA.
    • (8). AFLIGHT. Asistente al director de vuelo.
    • (9). FAO. Oficial de actividades de vuelo. Si O&P coordinaba diferentes centros de misión y que se cumplían los procedimientos, FAO se encargaba de la coordinación entre los controladores de vuelo y que cada tarea de misión se hiciera a su debido momento.
    • (10). NETWORK. Coordinación entre MOCR, la red de comunicaciones y seguimiento de naves espaciales (MSFN) y la red de comunicaciones de espacio profundo (DSN).
  • Tercera fila (números 11 a 16). Control y comunicaciones de astronautas y de CSM y LM.
    • (11). Médico de la misión. Monitorizaba la salud de los astronautas. Controlaba su pulso cardíaco, la respiración y los niveles de radiación cósmica.
Figura 34. Sala de control (MOCR). (A) sala de visitas, (B) Sala de control de proyecciones audiovisuales. En la parte central los pupitres de control
  • (12). CAPCOM. Comunicación con los astronautas. Como regla general, todas las comunicaciones entre el MOCR y los astronautas se hacían mediante el Capcom que también, como regla general, era otro astronauta.
  • (13). EECOM. Soporte vital y sistemas eléctricos. Aunque se ocupaba en un principio también de las comunicaciones, a partir de Apolo 10 este control pasó a INCO. Exclusivo del CSM.
  • (14). GNC. Guiado, navegación y control. Se encargaba de los motores de posicionamiento y motor principal SPS del CSM, además de los equipos asociados al guiado. Exclusivo del CSM.
  • (15). TELMU o TELCOM. Telemetría, electricidad y actividades extravehiculares. Hacia la misma función que el EECOM pero para el LM.
  • (16). CONTROL. Navegación y guiado del LM.
  • Cuarta fila, “la trinchera”. (Números 17 a 20). Los que tenían capacidad de aborto y decisión directa sobre la misión y se situaban un poco por debajo del director de vuelo.
    • (17). BOOSTER. Controlaba el Saturno desde que abandonaba la torre de lanzamiento hasta la finalización del TLI (inserción translunar).
    • (18). RETRO. Se encargaba de tener un plan de vuelta a la tierra para cada paso de la misión donde se encontraban las naves.
    • (19). FDO ó FIDO. Dinámica de vuelo. Control de trayectoria de naves tanto para el CSM como para el LM. Uno de los controladores más importantes.
    • (20). GUIDO o GUIDANCE. Se ocupaba de controlar hacia donde se dirigía las naves, tanto CSM como LM, a través de lo que leían en sus computadores principales o de aborto. Complemento de FIDO.

Cuando se acababa la misión del Saturno, BOOSTER acababa su trabajo. Normalmente su pupitre permanecía vacío desde ese momento o bien era ocupado para realizar otras tareas.

Figura 35. Sala de computación en tiempo real, situada en el nivel 1 del edificio 30, donde estaba el MOCR.

Los controladores TELMU y CONTROL acababan su trabajo cuando era desechado el LM una vez reencontrado con el CSM en órbita lunar.

Figura 36. MOCR en el edificio 30. Se pueden observar perfectamente las cuatro filas de control. Fotografía realizada desde la fila 1 de directores.

El equipo de controladores del Apolo 11 más famoso fue el equipo blanco de Gene Kranz que controló el primer alunizaje y se enfrentó por primera vez al procedimiento más desconocido de todas las misiones Apolo.

Figura 37. El equipo blanco de Gene Kranz, que controló el alunizajeJ.

1.Don Puddy (TELMU), 2. Bob Carlton (CONTROL), 3. Gene Kranz (FLIGHT, Director de vuelo), 4. Charlie Duke (CAPCOM), 5. John Zieglschmid (SURGEON, médico de la misión), 6. George Ojalehto (NETWORK), 7. Spencer Gardner (FAO), 8. Frank Edelin (Apoyo CONTROL), 9. Arnie Aldrich (GNC-1), 10. Buck Willoughby (GNC-2), 11. John Aaron (EECOM-1), 12. Dick Brown (EECOM-2), 13. Chuck Lewis (AFLIGHT), 14. Larry Armstrong (O&P), 15. Bill Blair (Apoyo EECOM), 16. Ed Fendell (INCO), 17. Jim Hannigan (Apoyo TELMU), 18. Jerry Bostick (FIDO-2) , 19. Jay Greene (FIDO-1), 20. Gran Paules (GUIDO-2), 21. Steve Bales (GUIDO-1), 22. Chuck Deiterich (RETRO), 23. Doug Wilson (O&P, Mantenimiento).

Para poder tener la completa seguridad que las comunicaciones de voz y datos llegaban a su destino tanto en el Apolo 11 y otros vuelos tripulados como en control de la misión, se necesitaba tener una red de comunicaciones en una época en el que el precedente de la actual red INTERNET, la ARPANET se estaba esbozando todavía.

Partiendo de cero, se creo la MSFN (Manned Space Flight Network, red de vuelos espaciales tripulados) una red de comunicaciones para transmisión y recepción de telemetría, seguimiento de las naves, recepción de señales de TV y transmisión y recepción de comunicaciones por voz mediante una red de estaciones de rastreo repartidas por todo el mundo e interconectadas vía satélite, por cables submarinos y por tenido de redes sobre tierra. El control de esta vasta red de comunicaciones se realizaba en el centro de control Goddard de la NASA en Maryland (EEUU). Este a su vez estaba conectado con el control de misión en Houston.

Figura 38. Red MSFN y DSN del proyecto Apolo.

La red consistía en 14 estaciones terrestres, 4 buques y 8 aviones dispuestos en lugares estratégicos además de poseer dos satélites de comunicaciones geoestacionarios, uno, el INTELSAT posicionado en el Atlántico y otro, EL COMSAT posicionado en el pacífico. Además, disponía de cables submarinos y redes terrestres de retransmisión de datos.

Figura 39. Sala de computación con dos UNIVAC 942B a la izquierda más cercano y un UNIVAC 1218 al fondo a la izquierda para gestión de comunicaciones en Camberra (Australia) perteneciente al MSFN.

La red disponía de 39 computadoras UNIVAC 642B y UNIVAC 1218 con almacenamiento en cinta magnética para la recepción y transmisión de datos digitales. La velocidad de transmisión entre Tierra y naves era aproximadamente de 2 – 10 kbits/s y la transmisión entre las redes terrestres en buenas condiciones se realizaba a una velocidad de 50 kbits/s (hoy en día mediante fibra podemos tener comunicaciones de 100 Mbits/s unas 100.000 veces más rápido en nuestra casa). Las transmisiones se realizaban mediante portadora modulada por pulso a través de señales de radio mediante banda S unificada (USB). La banda S permitía transmisiones microondas entre 2 y 4 Ghz. Esta banda S se sigue utilizando hoy en día formando parte de los estándares de transmisiones WIFI y los microondas de nuestras cocinas utilizan microondas de 2,5 Ghz aproximadamente. Se utilizaba también ondas de radio VHF DE 30 – 300 Mhz.

En España, la estación de Maspalomas situada en la isla de Gran Canaria formaba parte de la red MSFN de la NASA.

Figura 40. Estación de la red de espacio profundo de la NASA en Fresnedillas en Madrid.

Adicionalmente esta red MSFN, debía apoyarse para transmisiones hacia la Luna en una red de mayores prestaciones en cuanto a potencia de transmisión y recepción. Esta red de mayores prestaciones era la red de Espacio profundo (DSN, Deep Space Network). Estas antenas recepcionaban ondas de radio de pequeña potencia procedentes de misiones a la Luna, Marte o Júpiter, por lo que el diámetro de estas era grande. Había tres estaciones de espacio profundo para el Apolo: la estación de Godstone en California, la estación de Camberra en Australia y la estación de Fresnedillas, Madrid. Cada una de ellas disponía de una antena parabólica de 26 mts de diámetro. Las tres antenas eran capaces de captar y transmitir con un arco máximo de 130° del diámetro terrestre, por lo que las tres antenas y su disposición permitía tener siempre a una antena apuntando hacia la Luna los 360° de la Tierra.

7.- “Gunter, aquí tienes mi tique para vuelo espacial”. (Armstrong)

Los procedimientos para el despegue siguieron la senda del Apolo 10. La cuenta atrás comenzó como en la misión anterior, 28 horas antes (21:00 GMT[a] del 14 de julio) con la carga de programas, baterías y combustible de las diferentes fases. 8 horas antes, la tripulación de reserva realiza en la nave los preajustes necesarios y que ahorrarán tiempo a la tripulación principal.

Figura 41. 16 de julio, el día del lanzamiento, en el desayuno, Slayton, indica algunos datos a la tripulación del Apolo 11, Collins y Armstrong escuchan con atención. Aldrin tiene cara de pocos amigos. El astronauta Anders (CMP de reserva del Apolo 11) está al fondo a la izquierda.

5 horas antes del despegue, la tripulación es despertada y pasa un último chequeo médico. Desayuna y se colocan sus escafandras en el centro de control de lanzamientos de Cabo Cañaveral. 3 horas antes del despegue salen del edificio hacia el complejo de lanzamiento nº 39 A donde ingresan en el CSM iniciando unaúltima comprobación de todos los sistemas de la nave. A diferencia de otros vuelos del programa Apolo, Collins como piloto del módulo de mando no se sentará en el asiento central. Lo hará en el asiento de la derecha donde debería ir Aldrin, el motivo fue que Armstrong y Aldrin estuvieron ensayando esta posición cuando eran tripulación de reserva del Apolo 8 y Aldrin tenía la condición de CMP y no de LMP.

Figura 42. Armstrong recibe las últimas instrucciones de Slayton, mientras los técnicos terminan de vestirlo.
Figura 43. Collins a punto de colocarse el “snoopy” su gorro de comunicaciones, el 16 de julio.
Figura 44. Aldrin mira desafiante a la cámara. Parece el más tranquilo de los tres en la mañana del despegue.
Figura 45. Armstrong, Collins y Aldrin se dirigen a la furgoneta que los llevará a la torre de lanzamiento. La persona del jersey rojo que se ve al final a la izquierda es Deke Slayton. Los astronautas saludan, pero no oyen nada.
Figura 46. Después de salir de la furgoneta, los astronautas suben al primer elevador. Después un segundo elevador los llevará a la "sala blanca" donde entrarán en el CSM.
Figura 47. Armstrong y Collins cruzan la pasarela del brazo oscilante nº 9 hacia la "sala Blanca". Obsérvese que llevan mangueras negras cuando al salir hacia la furgoneta, las llevaban blancas. Son idénticas, pero estas no tienen la protección térmica.
Figura 48. Aldrin espera su turno para entrar en el CSM. El responsable de la sala blanca Guenter Wendt bromea con él y con Collins que está fuera de plano.

30 minutos antes del despegue, se probaban por última vez las naves y cuando quedaban 15 minutos, toda la energía con la que se alimentaba Saturno-Apolo era interna. 5 minutos antes se retiraba el acceso al CSM y se armaban todos los dispositivos pirotécnicos del Saturno que separaban las diferentes fases.

Hubo dos ligeros problemas en el Saturno en la cuenta atrás de lanzamiento. El inicio de carga del hidrógeno líquido del S-II (segunda etapa) se retrasó 25 minutos debido a un problema con una válvula que se aflojó y un problema de comunicaciones que se solucionó con un reinicio rápido.

La expectación por el lanzamiento del que iba a ser el primer intento de alunizaje fue máxima. Se dice que fue seguido por más de 600 millones de personas. Casi 1 millón de personas se posicionó en las inmediaciones de Cabo Cañaveral para ver el lanzamiento.

Figura 49. Una familia aguarda el lanzamiento del Apolo 11 en las proximidades de Cabo Cañaveral.

8,9 segundos antes del despegue se producía la ignición de los cinco motores de la primera fase (S-IC), primero el motor central y luego de dos en dos, uno opuesto al otro.

A los 0 segundos se producía el despegue del Saturno V – Apolo 11 a las 13:32 GMT (9:32 a.m EDT[b]) del 16 de julio de 1969. Cada motor F1 de la primera fase, consumía 1 Tn de Keroseno y casi 2 Tn de oxígeno líquido por segundo. Esto implicaba que, durante cada segundo de funcionamiento de los 5 motores de la primera fase, se consumía 13,6 Tn de Keroseno + Oxígeno líquido. Al mismo tiempo, más de 2.800 medidas se tomaban del Saturno para controlar que todo iba como debía ir.

Figura 50. Primeros segundos del lanzamiento del Saturno V.
Figura 51. Secuencia de imágenes con el despegue del Saturno V-Apolo 11

A los 10 s del despegue Saturno dejaba la torre de lanzamiento atrás y comenzaba su vertiginoso ascenso, primero en vertical. Se producía posteriormente, un movimiento de alabeo y de cabeceo para poder entrar correctamente en órbita.

Figura 52. Vista del lanzamiento del Saturno V desde la zona de prensa.

A los 66 s, la nave alcanzaba la velocidad supersónica, match 1. Esto ocurría a unos 8 km de altura. 17 s más tarde, a los 83 s, y a una altura de casi 13,6 km, el Saturno V tenía su punto de máxima presión dinámica (3,52 N/cm2 a 4.100 km/h) provocada por su velocidad y el rozamiento de la nave con el aire cada vez más tenue.

Figura 53. El Saturno V ha pasado la zona de máxima presión dinámica y cabecea para conseguir la inserción en órbita terrestre.

A los 2 minutos y 17 segundos después del lanzamiento, comenzaba la secuencia de separación de la primera fase del resto del Saturno. Esta operación se concluía 28s después. En ese momento el Saturno V está a 66 km de altura y lleva una velocidad de 8.600 km/h.

Figura 54. Fase de separación de la primera fase con la segunda fase, 2 minutos y 42 segundos después del despegue. Tomada desde una cámara de seguimiento aerotransportada.

La segunda fase comenzaba una vez separada de la primera fase y eliminado el anillo que unía ambas fases. Empezaban a funcionar los 5 motores J-2 en la misma disposición que en la fase 1. Los astronautas saben que ya han pasado la máxima aceleración 3,9 G. Esta vez el efecto pogo que habían sentido los astronautas del Apolo 10 es menos acusado.

Figura 55. Separación de la primera fase y comienzo del funcionamiento de la segunda fase del Apolo 11

A los 3 minutos y 17 segundos se producía la retirada de la torre de escape que iba por encima del CSM. Ya no hacía falta, ya que en caso de mal funcionamiento de la nave y no conseguir la órbita, el CSM era capaz de separarse del Saturno, maniobrar y amerizar en el Atlántico (la dirección tomada por Apolo era hacia el Atlántico Sur).

Figura 56. Lanzamiento de la torre de salvamento adosada en el morro del CSM

A los 7 minutos y 42 segundos se producía el apagado de la segunda fase, empezando por el motor central y dos minutos más tarde el apagado de los cuatro motores restantes. La separación de la fase S-II de la tercera fase S-IVB se producía a los 9 minutos y 10 segundos a una altura de 183 km. Comenzaba a funcionar el único motor del S-IVB que tenía como misión convertir en circular la entrada en órbita elíptica. A los casi 11 minutos y 39 segundos, se apagaba por primera vez el motor J-2 de la tercera fase y se daba por concluida la inserción del Saturno-Apolo 11 en órbita terrestre a casi 186 km (periapsis) de altura. La nave iba ahora a 28.000 km/h.

Figura 57. La tercera etapa del Saturno V con el CSM “Columbia” y dentro de su cofia de protección, el módulo lunar “Eagle”. (Recreación artística). NASA.

Después de circunvalar la tierra una vez y media, durante casi dos horas y media en las que tanto los astronautas como el centro de control realizaron todos los controles necesarios para comprobar el buen estado de la nave, se produjo el segundo encendido del motor J-2 durante casi 5 minutos y medio para convertir la órbita circular terrestre en una órbita elíptica que llegara hasta la Luna en el momento adecuado. La velocidad de la nave pasó de 28.000 km/h a 39.000 km/h.

Figura 58. Fotografía de Armstrong en la fase de órbita terrestre.
Figura 59. Amanecer sobre la Tierra.

Sin tiempo prácticamente para nada, el piloto del CSM se intercambió el asiento con el comandante Armstrong para dirigir el primero de los procedimientos importantes de la misión, la separación del CSM del S-4B, la transposición y la unión con el LM. Esto ocurrió a GET 3:15[c] de la misión y a una distancia de casi 7.000 km de la tierra.

Figura 60. Video de la transposición y acoplamiento con el LM. (Pulsar la imagen para ver el vídeo).
Figura 61. Fases del acoplamiento del CSM y el LM. A la izq. Liberación del CSM, en el centro transposición del CSM y a la dcha. Extracción del LM una vez acoplado al CSM.

Cuando el encargado de las operaciones de acople y extracción, Collins separa las dos naves y le imprime una velocidad de 0,8 km/h, 15 s después gira la nave 180º la distancia al Eagle es de 20 metros. Una vez acoplado, Collins retira el sistema de atraque, y nota el intenso olor a cable eléctrico chamuscado que habían olido en el Apolo 10. El “olor del espacio” volverá a ser notado por el resto de las tripulaciones del programa Apolo.

Una vez extraído el LM, el conjunto CSM-LM (Apolo 11) se separó del S-4B mediante un pequeño encendido del motor RCS del CSM. Se realiza un encendido 3,4 segundos del S-4B para evitar un acercamiento peligroso en órbita lunar. En el Apolo 10 esta maniobra de separación fue de casi un segundo menos. Están ya a 23.300 km de la tierra.

Figura 62. Imagen de la Tierra desde una distancia de 103.000 km.

El resto del viaje hasta la llegada a órbita lunar fue bastante tranquilo. Las naves acopladas entraron en el proceso PTC (Passive Thermal Control) que consistía en girar estas a 3 revoluciones por hora, para que la temperatura del sol se distribuyese uniformemente por toda la nave. Sólo se hizo una corrección de rumbo en el viaje hacia la Luna (MCC, MidCourse Correction) de las cuatro programadas. Esta corrección era la segunda y se llevó a cabo con el SPS del CSM consistiendo en un encendido de 2,9 s que hizo aumentar su velocidad en 23 km/h. La corrección se realizó a GET 26:45[d]

Una de las pocas cosas importantes a realizar en el viaje era comprobar que el guiado y la navegación de las naves era la correcta. Para ello había que realizar dos operaciones, el realineamiento de la plataforma de guiado inercial (IMU en inglés) a través del programa P52 y posteriormente la comprobación de la navegación hacia la Luna mediante el programa P23 de la computadora AGC del CSM.

Figura 63. Anotación que Collins hizo en el CSM de los datos que le dio a la computadora para comprobar la IMU. Corresponde a la comprobación que hizo a GET 57:26.

La primera operación corregía las coordenadas de posición de la nave (posición tridimensional) que debido a su movimiento por el espacio se iba desviando lentamente. Esta corrección se realizaba diariamente o previa a una operación de encendido de motor importante, introduciendo los datos de dos estrellas en el momento adecuado según unas tablas de referencia, en el programa P52 de la computadora se le daba la posición de las estrellas y se miraba por el objetivo del sextante para saber si era correcto, si había diferencia, se movía el objetivo del sextante para apuntar a la estrella y los ángulos dados se reintroducían en la computadora, si la diferencia que daba era “00000” ó “00001” ( centésima de grado) no había problema. Si era superior, se hacía un reajuste de la plataforma.

Figura 64. Plataforma de alineamiento para el IMU con las estrellas usadas en la columna 3 empezando por la izquierda.

La segunda operación se introducía el programa P23, que normalmente apuntaba a una de las estrellas de referencia y el otro apuntamiento se producía hacia la línea tangencial de la tierra. Cuando se lograba la superposición, el CMP presionaba el botón «marcar» que le indica a la computadora que registrara el ángulo de navegación y el tiempo de la marca. Usando un filtro recursivo óptimo de Kalman (algoritmo de medición de posición de un sistema dinámico lineal), la computadora determinaba el cambio de vector de estado que esta medición causaría si se incorporara y mostraba la posición resultante y las magnitudes de cambio de velocidad. Si el CMP y control de misión estaban satisfechos con lo indicado por la computadora se incorporaba el cambio de vector de estado.

Figura 65. Diagrama del principio de navegación cislunar que contenía el programa P23.

Esta segunda operación se realizaba en el vuelo Tierra – Luna en las primeras 48 horas de vuelo hasta llegar a las inmediaciones de la Luna, pero no era necesario en el Luna – Tierra.

Figura 66. Visión de la línea tangencial del horizonte de la tierra como parte de la comprobación de la navegación con el sextante.
Figura 67. El visor del sextante a la izquierda y el visor del telescopio a la derecha en el CSM de entrenamiento.

Hubo pocas retransmisiones de televisión a diferencia de lo que ocurrió en el Apolo 10. Fue al segundo día a GET 33:59 cuando se realizó la primera retransmisión desde Apolo 11.

Figura 68. Retransmisión de TV del Apolo 11. Pulsar imagen para ver el vídeo.

En la misma, aparecen unos datos en la computadora, Verb 06, Noun 51. El primer número le pide a la computadora los datos en decimales y el segundo número que aparece indica los ángulos de la antena de alta ganancia del CSM (Banda S). En este caso nos indica +27,82º en cabeceo y +272,41 º en guiñada.

Figura 69. Detalle de las antenas parabólicas de alta ganancia, banda S del CSM.

Antes de terminar el segundo día, se realizó un experimento de visión de un rayo laser desde la tierra. En concreto se dispararía un laser de color azul-verde desde el observatorio McDonald, cerca de El Paso (Texas). La tripulación debería poder verlo a través del visor del sextante o del telescopio del CSM. Ningún miembro de la tripulación pudo ver dicho laser.

Al tercer día del viaje, se realiza la segunda retransmisión de TV desde Apolo 11 donde los astronautas van a enseñar el módulo lunar. Dicha retransmisión comienza a GET 55:09 y durará casi una hora.

Figura 70. Segunda transmisión desde Apolo 11. Se enseña el módulo lunar "Eagle". Pulsar imagen para ver vídeo

Lo primero que se observa en el vídeo es el dispositivo de acople entre ambas naves que se desmonta para dar paso a la otra nave. Además, durante la retransmisión se verá que el espacio que tienen ambos (Armstrong y Aldrin) en el módulo lunar es realmente mínimo. De hecho, los cascos y la mochila de supervivencia de Aldrin en la Luna están en el suelo perfectamente colocados.

Figura 71. Composición de fotografías del módulo lunar tomadas desde la escotilla de unión con el CSM. Se puede apreciar la cantidad de documentación para la puesta en marcha. Obsérvese en el suelo, las dos viseras y la mochila de supervivencia de Aldrin.

7.- Houston, ¿Tenéis idea de dónde está el S-IVB con respecto a nosotros? (Armstrong).

Después de terminar la transmisión más nítida de TV hasta la fecha, se cerro la escotilla del LM a GET 60:45, el Apolo 11 volvió al modo PTC y se volvió a los quehaceres normales de control. De repente, Aldrin observó por una de las ventanillas un objeto que reflejaba la luz y que parecía proyectar cierta sombra sobre ellos.

Aldrin llamó a Armstrong y Collins y los tres estuvieron observando el objeto, cuando la rotación de la nave lo permitía. Aldrin bajó al compartimento inferior del CSM para mirar por el sextante y por el telescopio, pero el objeto cambiaba de forma según lo miraban. A veces parecía una L, otras una maleta abierta, otras un cilindro y otras, dos anillos conectados.

Figura 72. Vista del S-IVB con el LM todavía sin extraer. Los paneles de protección han sido eyectados previamente.

Armstrong pensó que podría ser el S-IVB que les seguía y por eso preguntó a Houston a que distancia se encontraba. Houston contestó que a 11.000 km. Demasiado lejos para poder ser visto como lo estaban viendo en ese momento. Lo que si parecía es que tenía dimensiones considerables, calcularon a través del sextante que la distancia entre ellos y el misterioso objeto era de 185 km. Decidieron entonces no comentar nada, para evitar posibles alteraciones y que pudiera darse “noticias comprometidas”. Fue al realizar el informe técnico de la misión cuando los tres relataron este hecho.

Figura 73. Imagen artística donde se ve como los paneles de protección del S-IVB son eyectados a la vez que el CSM se separa.

Hoy en día, no se sabe qué pudieron ver, es posible que fuera el S-IVB y que hubiera un error de cálculo en la distancia, o bien fuera uno de los cuatro pétalos que protegían el LM dentro del S-IVB. También era posible que fuese restos del lanzamiento de la nave Luna 15, la sonda automática soviética que fue lanzada tres días antes para hacerla coincidir con el alunizaje americano. Dicha sonda orbitó con el Apolo 11 durante un tiempo, pero sin interferir entre ellas. Esta sonda no llegó a alunizar porque se estrelló horas después de que Armstrong alunizara.

Otro misterio fue el de los destellos dentro de la cabina del CSM a oscuras. Aldrin vio en varias ocasiones pequeños destellos dobles o triples separados temporalmente por varios minutos. Anders en el Apolo 8 también los vio y otras tripulaciones también lo observaron. En un intento de desentrañar el misterio, se hicieron pruebas en el Apolo 16 pero no se llegó a tener una conclusión sobre la causa. Los médicos creían que se producía dentro del ojo por el ambiente en el que se encontraban y otros creían que podrían ser rayos cósmicos.

8.- “Sí, la Luna está allí, muchacho… en todo su esplendor” (Collins).

Cuando el Apolo 11 llegó a la zona lunar el tercer día, los controladores de la misión realizaron un cambio en la guía de las computadoras para tomar la Luna y no la Tierra como elemento dominante en la trayectoria de la nave espacial. Esto ocurrió a 62.638 km de la Luna, siendo su velocidad, con respecto a la Luna de 4.140 km/h y aumentando debido a la atracción lunar.

El cuarto día, se produjo la inserción en órbita lunar por parte de Apolo 11. Previo a esta operación, se canceló el PTC. Comenzaba la fase LOI (Lunar Orbit Insertion) que en los viajes del Apolo se realizaba en la cara oculta de la Luna y por tanto sin saber control de tierra el resultado de esta, debida a la pérdida de comunicación con la Tierra. La maniobra comenzaba rotando la nave hasta quedar en sentido contrario a la marcha y encendiendo el SPS para frenar la velocidad de la nave para que fuera atrapada por la gravedad lunar y orbitar en ella. La fase LOI se dividía en dos, LOI-1 y LOI-2. El motivo de esa división era que en aquellos años no se tenía un control tan estricto de la navegación espacial y si se hacía en una sola etapa, y además con pérdida de comunicaciones al hacerlo en la cara oculta, podrían frenar demasiado y estrellarse contra la Luna. El primer encendido ocurrió a GET 75:49. Este encendido se produjo a una distancia de la superficie lunar de 500 km aproximadamente, durando casi 6 minutos. La nave se insertó en una órbita elíptica de 273 km de apoapsis y 100 km de periapsis.

Figura 74. Una de las fases más importante era la inserción en órbita lunar, que se realizó en dos partes LOI-1 (inserción) y LOI-2 (circularización).

La velocidad resultante fue de 6.000 km/h aproximadamente. Después de corroborar que los datos eran los esperados, se planificó el LOI-2 para pasar de órbita elíptica a circular finalizando la segunda órbita lunar. Este se realizó nuevamente en la cara oculta, dos circunvalaciones más tarde y en la periapsis de la órbita. El encendido del SPS se produjo a GET 80:11[e] y duró 17 segundos aproximadamente. Al finalizar el encendido, la órbita no fue del todo circular, fue ligeramente elíptica con una apoapsis de 102 km y una periapsis de 91 km. Se previó que la elipticidad de la órbita pudiera desaparecer debido a las irregularidades en el campo gravitacional lunar, pero no fue así. Esto hizo cambiar las previsiones que se tenían antes del inicio de la misión sobre el reencuentro del LM con el CSM. La velocidad final fue de 5.800 km/h y el tiempo para completar una órbita lunar fue de 2 horas aproximadamente.

Entre los dos encendidos LOI-1 y LOI-2, la tripulación realineó la plataforma IMU con el programa P52 y tuvo tiempo de realizar una transmisión televisiva, bastante nítida.

Figura 76. Tercera retransmisión de TV desde la órbita lunar. Pulsar imagen para ver vídeo

Una vez estabilizados, se procedió a realizar el primero de los seguimientos sobre los puntos de referencia lunares mediante el programa P22 (recordemos que el P23 hacía lo mismo, pero con puntos estelares) con ello se conseguía saber el vector de dirección de la nave en su circunvalación lunar. Se realizó una doble verificación para mayor seguridad.

Figura 77. Zona cercana al cráter Mendeleev, con el cráter Moissan en primer plano, en la cara oculta de la luna. Se ve también parte del LM, depósito de combustible del motor de ascenso y antena VHF.
Figura 78. Navegación del Apolo 11 con los principales nombres formales e informales de las marcas lunares. Norte hacia arriba.

A partir de tener fijado el rumbo y estabilizado la referencia inercial, los astronautas se dedicaron a preparar el LM, GET 81:30[f]. Se transfirió en primer lugar energía al LM para no gastar las baterías principales que estaban situadas en la etapa de descenso y se realizaron pruebas en las comunicaciones. Posteriormente hubo un período de descanso de 9 horas y uno de comida de 1 hora.

Después de ese periodo de descanso y de comida, comenzando el quinto día desde su despegue el 16 de Julio, se produjo la preparación definitiva del LM previa a su separación. Se realizaron pruebas de soporte vital, encendido de computadoras, traspaso de referencias inerciales y de marcas lunares, sistemas pirotécnicos, baterías de las dos etapas, presurización de los motores de posicionamiento y despliegue del tren de aterrizaje. Una vez comprobado todos los sistemas, Armstrong y Aldrin procedieron a colocarse sus trajes de actividad extravehicular incluidos sus cascos, al igual que en el despegue desde la tierra.

Figura 79. Colocación de Armstrong (en la figura de la derecha, sería el astronauta que está a la derecha) y Aldrin en el LM. Sus trajes extravehiculares están conectados al sistema de soporte vital del LM.

Al final de la duodécima órbita lunar, Collins volvió a comprobar con el programa P22 las referencias del Apolo 11 respecto de la superficie lunar y traspasó los mismos a la computadora principal del LM.

Figura 80. Referencias tomadas por Apolo 11 para el descenso del LM. La trayectoria pasa justo por encima del cráter Maskelyne W que está en el centro de la imagen.

9.- ¡El águila tiene alas! (Armstrong)

La separación se produjo en la decimotercera órbita lunar a GET 100:39. Esta separación no fue del todo perfecta dado que no se terminó de vaciar el túnel de oxígeno y esto ocasionó una separación con una velocidad mayor que luego traería consecuencias. Lo primero que indica Armstrong a Collins es que haga una inspección del tren de aterrizaje para ver si su despliegue ha sido bueno.

Figura 81. Collins filma el desacoplamiento de ambas naves. Pulsar imagen para ver el vídeo.

Esta separación se produjo previa a la recuperación de la señal de comunicaciones con el centro de control de Houston. Para entonces, el equipo blanco de Gene Kranz estaba en sus consolas preparados para el histórico momento. El CAPCOM Charlie Duke fue el primero en estar listo para empezar.

Figura 82. Secuencia de desacople, separación de CSM y de LM y comienzo del DOI por parte del LM.
Figura 83. El CSM Columbia visto desde el LM Eagle sobre el mare fecunditatis. Norte a la derecha de la imagen. Las naves siguen una trayectoria Este-Oeste (hacia arriba).
Una vez comprobados todos los sistemas y después de dos órbitas completas, las dos naves se separaron progresivamente y el LM se preparó para la próxima operación que era el DOI (Descend Orbit Insertion, Insercción de órbita de descenso). El LM “Eagle” siguió la senda de “Snoopy”, el LM del Apolo 10. De hecho, el DOI que hizo el Apolo 10 fue la preparación del DOI que iba a realizar el Apolo 11.Figura 84. El LM "Eagle". Se ha girado la foto original 180º. Podemos apreciar en tres de las patas de alunizaje, las pértigas de prueba para avisar al LM de que tocaba “Luna” y debía apagar el motor. La pata de la izquierda no lleva pértiga dado que es por donde bajaban los astronautas y Armstrong considero que podía rasgar el traje.

En esta operación orbital, el LM “frenará” en el lado opuesto a un punto distante 500 km del lugar de alunizaje para convertir su órbita cuasi circular en una órbita elíptica en el que el punto de periapsis (máximo acercamiento a la superficie) esté en ese punto donde comenzará la fase final de alunizaje, el PDI. Hay que recordar que en las transferencias de órbita de Hohmann, el frenado en un punto determinado de una órbita circular convierte a esta en una órbita elíptica donde su punto más cercano a la superficie (periapsis) se produce media órbita más tarde.

Para realizar el DOI, el LM encendía brevemente sus motores de posicionamiento en sentido contrario a su marcha, para que el combustible principal fuera al fondo de los depósitos. A partir de ese momento, el motor principal de descenso, el DPS, se encendía 15 segundos al 10% y posteriormente aumentaba su potencia al 40%, durante otros 13 segundos. Un posterior encendido de casi 2 segundos, de los motores de posicionamiento RCS, consiguieron una órbita elíptica de 105,9 km de apoapsis y 15,7 km de periapsis. La precisión de este encendido era primordial dado que un retraso de 5 segundos, por ejemplo, en el apagado del DPS hubiese hecho que se hubieran estrellado en la luna a 5.800 km/h ya que podía hacer coincidir la órbita de periapsis con la superficie lunar.

Armstrong, mostró su alegría por el funcionamiento inicial del LM y por el hecho de realizar las operaciones previas del alunizaje. ¡El Eagle tiene alas! fue su frase más expresiva en ese momento.

Figura 85. DOI del LM Eagle hacia el lugar donde comenzará el PDI. La línea discontinua indica la trayectoria que seguiría el LM en caso de no realizar el PDI.

El DOI se realizó a GET 101:36, al final de la decimotercera órbita, Collins siguió a sus compañeros con el telescopio que tenía el CSM, hasta una distancia de casi 200 km. Superada esa distancia fue incapaz de distinguirlos.

El procedimiento PDI (Powered Descend Initiation), el descenso controlado hacia la superficie para alunizar se dividía en tres fases cada una de ellas supervisada por un programa de computadora:

  • Fase de frenado. Programa 63, comenzaba su funcionamiento a unos 1.400 km y a unos 22 minutos del punto de alunizaje controlando la velocidad y la posición del LM. Durante esta fase, se ponía en marcha el motor de descenso (DPS) 12 minutos después de empezar el programa, en el punto de apoapsis o máximo acercamiento a superficie del DOI. Era el encargado de frenar a máxima potencia de motor, el LM y dejarlo en lo que se denominaba punto de aproximación o High-gate point.
    Figura 86. Esquema general de aterrizaje del programa Apolo. (David Woods: “How Apollo flew to the Moon”)
  • Fase de aproximación. Programa 64, comenzaba en el punto de aproximación a unos 7 km y a 3 minutos del punto de alunizaje. Llevaba al LM hasta el punto de comienzo de aterrizaje o Low-gate point. Durante este programa, se le indicaba al comandante un punto de aterrizaje que comprobaba a través del sistema de guía de su ventanilla, cambiando el mismo si era necesario.
    Figura 87. Interconexión programas 63, 64 y 66 (el único utilizado en los alunizajes de tres disponibles). (David Woods: “How Apollo flew to the Moon”)
  • Fase de alunizaje. Programas 66. En esta fase, que comenzaba aproximadamente a unos 600 m de altura, el LM El programa realizaba un aterrizaje semiautomático, controlando el comandante la posición de la nave y la computadora el empuje del motor DPS. El alunizaje se realizaba como si de un aterrizaje de helicóptero se tratara. Todos los alunizajes se hicieron con este programa. Existieron dos programas de aterrizaje adicionales, el programa 65, instalado por defecto en las primeras misiones, pero luego eliminado. Suponía un aterrizaje totalmente automático en el punto que la computadora suponía en sus cálculos, previa autorización del comandante. No se utilizó nunca, aunque según comentó el astronauta Jim Lovell, pretendía utilizarlo en el Apolo 13. El otro programa era el programa 67 realizaba el aterrizaje totalmente manual, controlando el comandante tanto la posición de la nave como el motor de descenso.

Previo al inicio del PDI, Armstrong había puesto el LM con las ventanas hacia a superficie de la Luna y en posición retrógrada, motor DPS por delante para que al encender el motor este empezara a frenar la nave.

Antes del comienzo del encendido, el GUIDO Steve Bales comentó con FLIGHT, director de vuelo, que la nave iba más baja de lo previsto. Aunque no previó que hubiera problemas. Enseguida, Aldrin enciende la cámara de 16 mm que está en su ventana. Esta cámara grabará todo el descenso a una velocidad de 6 imágenes por segundo.

Figura 88. Detalle del puesto de pilotaje de Aldrin. Observamos la cámara de 16 mm en la ventana que grabará todo el descenso y el teclado de la computadora de apoyo AGS, segunda computadora del LM.

El PDI comenzó a GET 102:33 con un encendido de 26 segundos al 10% para que la computadora principal centrara la nave. Inmediatamente después, el motor DPS sube su potencia al máximo programado, aprox. un 96% de su potencia total. La altura era de 15 km y su velocidad respecto a su superficie era de 5.800 km/h. Comenzó muy cerca del punto de máximo acercamiento a la superficie lunar, 15 km aprox. que era la distancia a la que le había dejado la maniobra anterior, el DOI.

Enseguida comienzan los problemas de comunicación con el LM con pérdidas de señal incluidas. Esto fue debido a que la posición de la nave obstaculizaba la emisión – recepción de señal con la tierra mediante la antena parabólica de Banda S por la propia nave. Esto se solucionó girando esta levemente y cambiando la posición aquella. Aún así los problemas de comunicaciones fueron constantes tuviendo que cambiar a veces a la antena OMNI de banda S de la parte trasera del LM, menos potente que la anterior.

A los 58 segundos de empezar el PDI, GUIDO Steve Bales confirma que la nave va más baja de lo previsto con una velocidad adicional de aprox. 20 km/h no prevista inicialmente.

Figura 89. Detalle sistema de comunicaciones del LM. Para comunicaciones con MSFN (Houston) se utilizaba la antena parabólica de banda S y en caso de problemas, las antenas omni de banda S situadas delante (FWD OMNI) y detrás (AFT OMNI) del módulo. Las antenas VHF IN-FLIGHT servían para comunicarse entre las naves cuando estaban en la cara oculta de la luna. La antena VHF EVA comunicaba a los astronautas con el módulo y entre ellos y con Houston.

Figura 90. Detalle de la antena de Rendezvous o reencuentro.

Las dos computadoras del LM realizaban el seguimiento del guiado de la nave. La computadora principal realizaba el control del PGNS y la computadora de respaldo AGS realizaba el secundario. Una de las labores de Aldrin era comprobar continuamente que ambas computadoras tenían similares datos de velocidad y posición. Si esto no era así, debía cancelarse la misión.

Figura 91. Vista parcial del panel instrumentación del LM. A la izquierda va el comandante, a la derecha el LMP. En el centro abajo, la computadora principal con el teclado y el display (DSKY). Del libro "Digital Apollo" de David Mindell

A los 2 minutos de descenso, Armstrong le indica a Aldrin como está el modo de funcionamiento del radar de rendezvous (reencuentro) del LM. Según le indica Aldrin, el radar está en modo auto-seguimiento porque se ha hecho previamente una prueba de seguimiento del CSM mediante el radar para ver si funcionaba bien. Armstrong le pide a Aldrin que ponga el radar en modo “slew” (una especie de modo en stand-by) en vez de apagarlo. El radar en esta configuración indicará a la computadora que los ángulos entre el radar en el LM y el transpondedor en el CSM cambian a medida que cambian las posiciones de las naves con la consiguiente sobrecarga en la computadora. Esto desencadenará minutos después las múltiples alarmas de la computadora principal.

Figura 92. Armstrong en un entrenamiento de alunizaje con su traje A7L colocado en su posición de comandante en el LM.

A los 3 minutos del PDI, Armstrong, que iba comprobando mediante su reloj el tiempo de paso de los diferentes puntos de control de la superficie lunar que jalonaban su trayectoria de descenso, se da cuenta que el descenso es más rápido de lo que inicialmente indicaba el procedimiento. Tanto Armstrong como el GUIDO Steve Bales llegaron a la misma conclusión. El adelanto medido por Armstrong era de 3 segundos que a la velocidad de descenso lineal de 1,5 km/s aprox. se había quedado corto en unos 4,5 km sobre su destino final teórico. El miedo de Armstrong es no llegar a la zona de alunizaje prevista y entrar en una zona que el comandante del Apolo 10, Stafford le dijo que evitara.

Mientras la nave seguía descendiendo, el procedimiento necesitaba que el LM girara 180° para que el radar de descenso pudiera tomar medidas de la altura y velocidad con respecto a la superficie y comparar con las que tenían las computadoras. Esto se realizó en el Apolo 11 a los 3 minutos y medio. Con ello ahora, los astronautas que veían previamente la superficie verán ahora el firmamento. En ese momento están a 13,6 km de altura y llevan una velocidad de 4.390 km/h, el gasto de combustible ha sido hasta ese momento de un 45% del total.

A los 4 minutos y 18 segundos del comienzo del descenso, el radar comienza a medir alturas y sus datos al ser muy parecidos a los que tenían tanto la computadora principal como la de respaldo, son incorporados al sistema de guiado (la diferencia que había entre los datos del radar y los datos de las computadoras eran de aprox. 600 m). En ese momento están a 11,4 km de altura y llevan una velocidad de 3.360 km/h, el gasto de combustible ha sido hasta ese momento de un 50% del total.

Figura 93. El equipo de Jack Garman, en la sala de apoyo de computación del GUIDO Steven Bales. Garman es el segundo por la izquierda con chaqueta oscura.

A los 5 minutos, 17 segundos, salta la primera alarma de la computadora principal. Al introducir Aldrin al actualizar los datos de altura y velocidad mediante los comandos Verbo 16 y sustantivo 68, la computadora dispara la alarma 1202 (imposibilidad de almacenar más datos en memoria). El desconcierto en Armstrong y Aldrin es mayúsculo. No saben que significa esa alarma puesto que nunca la probaron en las simulaciones. En ese momento el GUIDO Steve Bales habla con Jack Garman su apoyo en computación y al revisar ambos las alarmas, sacan el papel donde se apuntó las últimas alarmas que se probaron en la última simulación antes del inicio del viaje. Garman le indica a Bales que no hay problema dado que la alarma indica sobrecarga en la computadora, esta se reiniciará y continuará con los datos que tenía en el momento de dar la alarma. El tiempo de reinicio de la computadora principal era de menos de 2 segundos por lo que ni Armstrong ni Aldrin se enteraron. 30 segundos después de dar la alarma y ante un segundo requerimiento de Armstrong para saber que hacer, GUIDO le confirma a FLIGHT que pueden continuar con el descenso sin problemas. Están a menos de 10 km de altura (la altura media de un vuelo en un reactor comercial). Su velocidad es de aprox. 2.500 km/h.

Figura 94. el teclado y pantalla de la computadora principal, conocido como "DSKY" mostrando una alarma 1202 en el programa de descenso P63, en una simulación.

A los 5 minutos y 57 segundos se produce una nueva alarma 1202. Garman le dijo a Bales que si las alarmas no eran muy continuadas podrían seguir, pero si se repetían mucho habría que abortar. Ante esta segunda alarma Bales, se la juega e indica que se puede continuar. Están a 8,5 km de altura y su velocidad es 1.900 km/h.

Figura 95. El director de vuelo Gene Kranz en su puesto durante el descenso del Apolo 11

A los 6 minutos y 25 segundos el motor pasa de máxima potencia, hasta ese momento, a potencia controlable por la computadora (entre 5% y el 50%). Están a 7,3 km de altura y su velocidad ha disminuido ya a 1.600 km/h. Han consumido ya más de un 60% de su combustible. A los 6 minutos y 42 segundos, el radar además de medir la distancia a la superficie empieza a medir la velocidad del LM respecto de la superficie.

Figura 96. Esquema de aproximación del LM al alunizaje.

A los 8 minutos y 30 segundos de iniciado el descenso, el LM ha llegado a la siguiente fase, fase de aproximación, el programa de guiado será ahora el programa P64. El cabeceo hacia delante que realiza el LM permite a Armstrong ver ahora donde están yendo. Están ahora a 2.200 m y su velocidad es de 555 km/h. La cantidad de combustible que les queda es de un 25% aproximadamente y están a 7 km de distancia de su objetivo. A los 9 minutos y 13 segundos salta la tercera alarma. En este caso es la alarma 1201 (imposibilidad de ejecución de nuevos procesos). Armstrong vuelve a ponerse nervioso dado que tampoco ha visto esa alarma y tampoco sabe su significado. Será nuevamente el GUIDO Steve Bales quien consultando nuevamente con Garman indicará que del mismo tipo que las anteriores 1202 y que pueden continuar.

El programa P64 indica un valor en grados (LPD, Landing Point Designator, designador de punto de alunizaje) que, al mirar por una regla graduada en la ventanilla del comandante, le indica el sitio de alunizaje. Mientras le está indicando estas posiciones, según velocidad y altura, se produce las dos últimas alarmas, volverán a ser alarmas 1202. No les harán caso. Armstrong está preocupado más con los datos que le está pasando Aldrin. Según los datos, se encaminan a un gran cráter, el “cráter oeste” del tamaño de un campo de futbol y con grandes peñascos uniformemente repartidos. Estaban a 350 m de altura y su velocidad era de 120 km/h aprox. El valor en grados se puede cambiar reintroduciendo un valor deseado en la computadora. Con ese nuevo valor la computadora redirige la nave hacia ese punto.

Figura 97. Detalle del visor-lector de LPD en la ventanilla del comandante del LM.
Figura 98. Funcionamiento de la asignación del punto de aterrizaje LPD. (1) Asignación inicial de la computadora, (2) Computadora calcula trayectoria, (3) Actualización del LPD por introducción nuevos datos, (4) Computadora actualiza trayectoria.

Visto que la computadora principal le mandaba al cráter oeste de enormes dimensiones, Armstrong tomó el control de la nave activando el programa P66 que le permitía un control semiautomático, la computadora se preocupaba de controlar el motor de descenso y Armstrong de la posición de la nave. Colocó en modo vertical de tal manera que el motor apuntaba directamente hacia abajo y mantuvo la altura para pasar el cráter oeste. Siguió avanzando cada vez a menor altura atravesando nuevos cráteres hasta que vio un lugar apropiado entre ellos. Está a 50 m de altura y su velocidad se ha reducido a menos de 50 km/h, les queda un 5% de combustible y en el centro de control empieza la cuenta atrás de la “llamada Bingo” de 94 segundos. Si en ese tiempo no han logrado aterrizar, tendrán que abortar el alunizaje puesto que no les quedará más combustible.

Figura 99. CAPCOM Astronauta Charles Duke da instrucciones durante el descenso a la tripulación del Apolo 11. Le acompañan, los astronautas suplentes del Apolo 11, Jim Lovell (comandante) y Fred Haise (LMP).

Cuando control de misión anunciaba que les quedaba 30 segundos de combustible, nadie en la sala se explicaba lo que estaba pasando y por qué estaban tardando tanto en aterrizar. Finalmente 12 minutos y 37 segundos después de comenzar el descenso PDI, a GET 102:45, Armstrong anunció el alunizaje, parando motores y desactivando los circuitos de encendido y de presurización de combustible.

Figura 100. Descenso completo (PDI) hasta la superficie lunar. Se pueden escuchar a los astronautas comunicándose entre ellos y con el capcom de Houston y por otro lado al director de vuelo con los controladores. (David Woods: “How Apollo flew to the Moon”) Pulsar la imagen para ver vídeo.

Sin perder tiempo, a pesar de haber aterrizado, se chequeó la nave por si pudiera haber algún fallo o deficiencia al alunizar. Se había previsto hasta tres procesos de aborto de la misión si ocurría alguna circunstancia sobre la estanqueidad del LM o fallo en los soportes vitales. El primero era el proceso T-1 que se realizaba en el primer minuto del alunizaje. Si se producía algún problema, el LM despegaría inmediatamente dado que el CSM durante todo el PDI estaba en su órbita por encima del LM, siguiéndolo por si este perdía sus comunicaciones con tierra, cosa que ocurrió al principio del PDI, con sus antenas de VHF. El segundo proceso era el T-2, con al menos la telemetría calculada y sabiendo donde podía estar el LM, que podría producirse en 10 a 20 min máx. El tercer proceso T-3 tenía que esperar a que el CSM realizara una órbita adicional para poder realizarse, dado que siempre debía estar el CSM encima del LM para que este pudiera realizar el despegue desde la superficie y subir a su encuentro.

Figura 101. Seguimiento del CSM al LM en todo el descenso PDI.

Tanto T-1 como T-2 fueron satisfactorios y no fue necesario salir de la Luna rápidamente. El proceso T-3 no se realizó.

Figura 102. Se puede observar lo ajustado del alunizaje del Apolo 11 dentro de la elipse considerada como objetivo. Esto fue debido al problema de la velocidad de descenso mayor de lo previsto. El miedo de Armstrong era quedarse corto y entrar en un campo de piedras que le había indicado Stafford (comandante del Apolo 10) que evitara. (David Woods: “How Apollo flew to the Moon”)

Sobre los dos incidentes conocidos durante el descenso PDI (altura de inicio más baja y alarmas 1201 y 1202) se supo después que la trayectoria más baja de lo normal se debió a tres posibles factores que no se tuvieron en cuenta: el primero fue que no se realizó un vaciado completo del túnel de acoplamiento entre el CSM y el LM, lo que le añadió una velocidad adicional que no se contrarrestó; el segundo factor fue una purga de los tanques de oxígeno que pudiera haber añadido esa velocidad, un tercer factor, la heterogénea estructura gravitatoria de la Luna, aunque este último no se valoró finalmente.

Figura 103. Zona de aterrizaje del Apolo 11. Inicialmente la computadora guiaba al LM hacia el "west crater", previamente Armstrong cambió de dirección dejando el cráter a su izquierda.

El segundo incidente, las alarmas 1201 y 1202, también existen varias posibles explicaciones, aunque las más reconocida fue que la tripulación operaba con el mismo procedimiento que el Apolo 10 durante su descenso. En aquel vuelo, los miembros del Apolo 10 tenían encendido siempre el radar de rendezvous o reencuentro para volver rápidamente a la posición donde estaba el CSM. Esto mismo se hizo en el Apolo 11 pero teniendo en cuenta que la computadora principal estaba altamente ocupada con el descenso, un 85% de nivel de ocupación, el meterle adicionalmente un procedimiento que más de un 15%, provocó dichas alarmas. En viajes posteriores se eliminó el tener el radar rendezvous encendido. La cantidad de alarmas en el programa P64 (3 alarmas) fue superior al número de alarmas del programa P63 (2 alarmas). La explicación es que el programa P64 requería más tiempo de computadora al incrementar su trabajo por el hecho de poder redesignar el punto de aterrizaje. Sólo cuando Armstrong elimino el modo AUTO (P65, que hay que recordar venía por defecto) al modo ATT HOLD se alivió la carga en la computadora y cuando finalmente pasó al programa semiautomático P66 la carga en la computadora estuvo por debajo del 60%. Ya no hubo más alarmas.

Un incidente poco conocido se dio en el Apolo 11 y luego se repitió en el Apolo 12. Aparentemente, el motor de descenso DPS se había comportado de forma aceptable en su cometido, sin embargo, al analizar las curvas de funcionamiento reales sobre las teóricas existían comportamientos caóticos en el mismo que podría haber provocado inestabilidad en el control de dicho motor. Esto asociado con las alarmas 1201 y 1202 podrían haber provocado un aborto del alunizaje. El problema estaba en la compensación en tiempo que se le daba al programa de control del motor frente a los cambios de aceleración a los que estaba sometido al realizar el descenso controlado a la superficie lunar. Dicho control, no tenía realimentación negativa y si se le daba mucha compensación este entraba en resonancia pudiendo descontrolar el motor y el movimiento del LM se hacía también inestable. La solución, casual, fue darle poca compensación en tiempo entre la orden de acelerar/desacelerar, el cumplimiento de esa orden y la realimentación al control que emite la orden, si además le añadíamos ruidos a la medida (campos electromagnéticos y otras perturbaciones) el mal funcionamiento estaba asegurado. Don Eyles, programador de sistemas y Allan Klumpp ambos del MIT, diseñadores del programa de control de sistemas y software de la computadora principal del LM se dieron cuenta de ello y lo solucionaron para posteriores misiones.

Figura 104. Película en time-lapse del descenso PDI del LM hasta alunizaje. Podemos observar el movimiento inestable de la nave (Pulsar en la imagen para ver)

10.- ¡Aquí Base Tranquilidad, el Águila ha alunizado!

Cuando Armstrong apagó el motor, se sorprendió al ver que todas las partículas de polvo agitadas por el escape del motor desaparecían repentinamente. “Me quedé absolutamente estupefacto cuando apagué el motor y las partículas de polvo que salían radialmente desde la parte inferior de la campana del motor hasta el horizonte desaparecieron instantáneamente. Nunca había visto algo así”. Esto se debió evidentemente a la falta de atmósfera.

Figura 105. Vista de la superficie lunar desde la ventana de Armstrong.
Figura 106. Imagen de la superficie lunar desde la ventanilla de Aldrin.

Armstrong había aterrizado el Eagle con una velocidad de avance insignificante, girando 0.6 metros por segundo a la izquierda y bajando 0.6 metros por segundo verticalmente. El tren de aterrizaje derecho y delantero se tocó casi simultáneamente, dando un giro a la izquierda y descansando con una inclinación hacia atrás de solo 4,5°. Apolo 11 tuvo la menor desviación de la vertical de todos los módulos lunares para aterrizar en la superficie de la Luna.

Al reflexionar, Armstrong sobre el aterrizaje dijo después:

“El aterrizaje fue de lejos la parte más compleja del vuelo. Los sistemas estaban muy cargados en ese momento. Las incógnitas crecían por momentos. Se habían probado alrededor de la Tierra (Apolo 9) y de la Luna (Apolo 10) pero nunca en el entorno real, el entorno para el que había sido diseñado y construido. Había solo mil cosas de las que preocuparse en el descenso final. Fue difícil para el sistema y más difícil para la tripulación completar esa parte del vuelo con éxito».

Una vez pasados los momentos de tensión del alunizaje, todas las decisiones urgentes y desgarradoras desaparecieron, solo silencio. Habían aterrizado con seguridad con una inclinación de 4.5° desde la vertical y una guiñada de 13° a la izquierda de la ruta de vuelo. Solo quedaba combustible en el tanque para 45 segundos de tiempo de combustión.

“Nos habían dicho que esperáramos que el combustible restante en la etapa de descenso se agitara de un lado a otro después de aterrizar, pero simplemente no había suficiente combustible de reserva para hacer esto”, escribió Aldrin.

Sin atmósfera no había sonidos familiares del exterior, ni hojas susurrantes, ni pájaros o ruidos humanos o animales, solo el sonido de su propia respiración dentro de sus cascos. Un cielo negro se arqueó sobre el lugar de aterrizaje… no había una nube, no había nada para aliviar la intensa negrura del cielo. El Eagle estaba a salvo en la superficie lunar en un área rodeada, por un lado, por cráteres de buen tamaño, y, por el otro lado por un campo de rocas aproximadamente del tamaño de un lote de casas.

Las primeras voces humanas en la luna crepitaron por el intercomunicador y fueron transmitidas a los 600 millones de terrícolas conteniendo la respiración. Cuando todos escucharon las primeras palabras de otro mundo, parecía que por primera vez en la historia los habitantes humanos del Planeta Tierra estaban unidos globalmente. Armstrong y Aldrin se miraron entre sí a través de sus cascos, extendieron la mano y estrecharon vigorosamente las manos enguantadas, entusiasmados por la tensión de los acontecimientos en el camino.

Armstrong confesó:

“Si hubo un punto emocional alto, fue el punto después del aterrizaje cuando Buzz (Aldrin) y yo nos dimos la mano sin decir una palabra. Todavía lo recuerdo como el punto culminante».

Curioso para un tipo tan introvertido.

Sin embargo, para Aldrin la misma situación se definió de manera diferente:

“Si hubo alguna reacción emocional al alunizar, se suprimió tan rápidamente que no recuerdo nada. Teníamos tanto que hacer, y tan poco tiempo para hacerlo, que tan pronto como aterrizamos, nos preparamos para partir en caso de una emergencia. Me sorprende, en retrospectiva, que incluso nos tomáramos el tiempo para saludarnos mutuamente”.

Justo después de que el Eagle aterrizó, hubo un momento de ansiedad cuando los ingenieros de control de misión notaron que la presión aumentaba dramáticamente en una de las líneas de combustible del motor de descenso. El calor residual del motor apagado se estaba arrastrando hacia una bocanada de combustible congelado que quedaba en la tubería, con la consecuencia de que podría volverse inestable y explotar como una pequeña granada de mano y causar daños en la etapa de ascenso. Justo cuando los ingenieros estaban a punto de avisar a la tripulación para tomar medidas, la presión comenzó a disminuir.

Al mirar por la ventana, Aldrin lanzó una rápida primera impresión:

“Llegaremos a los detalles de lo que hay por aquí, pero parece una colección de casi todas las variedades de formas, ángulos, granularidades, sobre cada variedad de roca que puedas encontrar. El color es… bueno, varía bastante dependiendo de cómo se mire en relación con el punto de fase cero (el punto en el horizonte directamente opuesto al Sol). No parece haber demasiado color general en absoluto. Sin embargo, parece que algunas de las rocas y cantos rodados, de los cuales hay bastantes en el área cercana … Parece que van a tener algunos colores interesantes».

Figura 107. Celebraciones en la fila 2 del MOCR tras el alunizaje. De izquierda a derecha Dick Brown, John Aaron (EECOM), Sy Liebergot con pipa, Jack Kamman, Kathy Spencer (la segunda mujer junto con JoAnn Morgan en control de misión), Buck Willoughby (GNC). Arriba un sonriente Spencer Gardner (FAO).
Figura 108. Desde el otro extremo de la fila 2 se observa a un concentrado Bob Carlton con pelo blanco (CONTROL) y a Don Puddy (TELMU), dos puestos más allá del anterior mirando fijamente la pantalla, ambos responsables del LM aún controlando después del alunizaje.

Una vez que se tuvo la seguridad que el módulo lunar estaba en buenas condiciones, el plan de vuelo imponía un periodo de pausa para comer de 40 minutos seguido de un descanso de 4 horas a Armstrong y Aldrin, otro período de comida de 1 hora, una comprobación de la nave para asegurarse que no iba a haber problemas para salir a pasear por la Luna, seguido de una actividad extravehicular (EVA) de 2 horas y media, después, período de comida de 40 min, más un descanso de 4 horas y 40 minutos y se finalizaba con un periodo de comida de 35 minutos. La estancia total se preveía que fuese de aproximadamente 22 horas, casi un día.

No mucha gente conoce que en el primer alunizaje se celebró la eucaristía cristiana por primera vez en otro mundo. Aldrin era presbiteriano y se llevó a la luna, dentro de sus efectos personales, una pequeña forma consagrada, un pequeño cáliz de plata y un poco de vino en una botella de plástico. La ceremonia no se retransmitió ( la NASA no quería más problemas después de la retransmisión en la nochebuena de 1968 de los primeros pasajes del Génesis y las posteriores demandas judiciales) y Armstrong, que era deista, no participó. Después de leer una sencilla oración de agradecimiento escrita por su párroco, tomó la comunión.

Armstrong pidió a Houston modificar el programa de actividades para no intercalar la salida a la superficie lunar entre dos períodos de sueño. Dado que no estaban cansados y tenían un gran interés en salir lo antes posible, propusieron comer previamente, adelantar el EVA y enlazar los periodos de descanso para que fueran más consecutivos.

Una vez aceptado el cambio, los astronautas que vestían sus trajes A7L presurizados para actividades extravehiculares lo completaron con la colocación de las mochilas de supervivencia que disponían de hasta 6 horas de autonomía (con un respaldo de emergencia de 30 minutos), se colocaron las botas y los guantes lunares y la visera de protección.

El traje A7L de actividad extravehicular era una nave unipersonal con todo lo necesario para sobrevivir al vacío espacial, y los cambios de temperatura de la superficie lunar. Armstrong y Aldrin llevaban el mismo tipo de traje que pesaba 23 kg sin la mochila que pesaba otros 25 kg aprox. mientras que Collins llevaba uno más ligero de 16 kg, ya que debía protegerse del vacío, pero no de las altas diferencias de temperatura y los micrometeoritos.

El traje presurizado A7L se componía de una ropa interior corta que sujetaba los pañales de retención de heces y una bolsa de acumulación de orina que podía quitarse por fuera del traje en la pierna derecha mediante una válvula y permitía la colocación de los marcadores médicos de control. Encima se colocaban una ropa interior larga con decenas de tubos de agua para controlar la temperatura corporal. A continuación,  se colocaba el traje propiamente dicho que era de una sola pieza, de cinco capas de caucho sintético con articulaciones contorneadas hechas en hombros, codos, muñecas, caderas, tobillos y rodillas. Se le incorporaban dos capas de nailon revestido de goma, seguidas de cinco capas de película Mylar resistente al calor, separadas por cuatro capas de malla de espaciado de dacrón. Estaba, asimismo, protegido por dos capas de beta cloth ignífugo que incorporaban película de kapton, similar a las láminas doradas empleadas en la etapa de descenso. El traje estaba sellado con un escudo externo de beta cloth revestido con teflón blanco,

Figura 109. Traje presurizado sin las capas exteriores colocadas.

que era el color característico que hemos visto en los astronautas. Por fuera del traje se colocaba una mochila de soporte vital portátil o PLSS asegurado con correas. Esta mochila disponía de reservas de oxígeno, lavado de gases, agua y comunicaciones. Delante del traje había seis conectores colocados en dos columnas con los característicos colores rojo y azul para entrada de comunicaciones, datos biomédicos, entrada y salida de oxígeno y entrada y salida del agua de refrigeración. El traje de Collins tenía tres conectores en una columna para entrada salida de comunicaciones, datos biomédicos y entrada y salida de oxígeno. Delante del traje se colocaba una pequeña caja de control remoto para controlar las comunicaciones, medir el nivel de oxígeno y la refrigeración.

Encima del casco de burbuja se ponía una cubierta de policarbonato con capas de protección igual que el traje, que incorporaba dos viseras, una protegía térmicamente y era semitransparente y la otra estaba bañada en oro y protegía al astronauta de la luz solar.

Figura 110. Esquema del traje A7L. El depósito esférico superior acumulaba oxígeno de emergencia. La radio estaba a la derecha del depósito esférico.

Con sus 163 kg de peso entre su propio peso corporal, el traje y la mochila, en la Luna se convertían en 27 kg Armstrong se preparó para salir, Aldrin intentaba abrir la escotilla delantera pero la despresurización no había sido completa y quedaba una presión interior de tan solo 6 milibares (recordemos que la presión a nivel del mar es de 1013 milibares) que le impidió abrirla con facilidad. Al otro lado de la escotilla existía el vacío más absoluto. Al final Aldrin despegó una esquina del sello de la escotilla y liberó la presión permitiendo que se abriera la misma. La despresurización completa del módulo les llevó más de una hora y media y fue un retraso considerable.

Figura 111. El dispositivo MESA con la cámara apuntando a la escalerilla.

A GET 109:16 Armstrong salió “con los pies por delante”, seis horas y veintidós minutos después de alunizar y se quedó en la zona denominada “porche” antes de bajar por las escaleras. Lo primero que hizo al salir, fue pedirle a Aldrin que le diera toda la “basura” para tirar y vaciar el atestado módulo lunar. En el porche, a la izquierda existía una pequeña asa que al tirar abrió un compartimento denominado MESA (almacenamiento modular de equipamiento) donde se disponía de una cámara apuntando a las escaleras. Aldrin cerró el interruptor de alimentación y la cámara empezó a funcionar. Armstrong empezó a bajar las escaleras hasta que en el último peldaño dio un salto hacia la almohadilla del tren de aterrizaje, distante un metro y después de asegurar que podía volver a subirlas, dado que el LM no había bajado mucho su tren de aterrizaje debido a la suavidad del alunizaje.

Armstrong describió sus impresiones del terreno, montado en la pata de aterrizaje y una vez hecho esto, hubo un momento de silencio, después sus famosas palabras que ya son historia. Aunque a todos los televidentes les pareció más un fantasma que un astronauta.

Figura 112. Primer vídeo desde la Luna que incluye los primeros 5 minutos. Las famosas palabras de Armstrong se dicen en el minuto 2:20 de la grabación. En el minuto 3:36 se suelta del LM y empieza a caminar. La cámara grababa a 10 fps (Pulsar imagen para ver). Fuente: Honeysucklecreek.net

En la Tierra, todo el mundo que pudo estar cerca de una televisión o de una radio siguió la retransmisión de estos momentos. El único que no pudo escucharlo fue Collins que estaba en la cara oculta de la Luna y aunque tenía verdaderas ganas, no pudo. Collins apareció en la vertical en su decimoctava órbita, cuando Armstrong y Aldrin estaban plantando la bandera norteamericana.

Armstrong había planeado que la primera imagen fija sería su primera huella en la superficie lunar, pero para su consternación cuando vino a tomar la fotografía, descubrió que ya había pisoteado la huella, borrando todo rastro de ella.

Después de tomar las primeras fotografías, Armstrong se movió a la luz del sol y comenzó a recolectar las primeras muestras de suelo de contingencia (por si tenían que salir corriendo hacia la órbita lunar). Usando una cuchara de mango largo para cavar en la Luna, descubrió que la capa superior del suelo estaba bastante suelta, pero se volvía dura y cohesiva a unos 17 centímetros debajo de la superficie. Agregó un par de rocas pequeñas y dejó caer las muestras en un bolsillo con correa en el muslo derecho.

Figura 113. Vídeo donde se ve a Armstrong recogiendo muestras después de realizar sus primeras fotos. Está tomado desde el interior del LM por Aldrin y se puede observar la cara de Armstrong en la parte final del vídeo. Observar como el polvo lunar cae inmediatamente al suelo sin atmósfera. (Pulsar imagen para ver),

Aldrin salió 15 minutos después y optó por no cerrar completamente la escotilla como se indicaba en la planificación, Armstrong no se opuso en absoluto. Cuando apareció por la escotilla, hubo un impase dado que Aldrin no parecía bajar. Estaba orinando en ese mismo momento. Al salir, soltó sus primeras palabras, estas menos conocidas:

“Magnífica desolación”

Figura 114. Secuencia del descenso de Aldrin desde el LM.

Después de un período de adaptación al manejo del traje al nuevo medio, ambos destaparon la placa conmemorativa que estaba asegurada a los peldaños de la etapa de descenso del LM.

Figura 115. Placa conmemorativa dejada en la Luna. "Aquí hombres del planeta Tierra pisaron la Luna por primera vez en Julio de 1969 d.C. Vinimos en paz para toda la Humanidad".

El presidente Nixon quiso cambiar la última frase por una que incluyera el nombre de Dios en la misma “Vinimos en paz, bajo Dios, para toda la humanidad”, pero su propuesta no prosperó.

Armstrong recogió la cámara de televisión del MESA que había retransmitido su bajada por la escalera del módulo y se la llevó 18 mts a la derecha del LM para que se tuviera una buena perspectiva de la nave y del lugar donde se iba a fijar la bandera. Mientras tanto Aldrin instaló el recolector de viento solar a unos 4 mts a la derecha del LM, tenía el aspecto de una estrecha bandera, de 30 cm de ancho y 1,5 mts de altura fabricado en papel aluminio que antes de abandonar la superficie se recuperó. Permitía capturar partículas de helio, neón y argón.

Figura 116. Aldrin acaba de instalar el experimento para capturar partículas del viento solar. Armstrong está trabajando con la cámara de TV, podemos ver el cable en el suelo.

Posteriormente, se dispusieron a colocar la bandera de EEUU que se hallaba en un compartimento posterior de la escalerilla. Para colocar la bandera y debido a que no había atmósfera en la Luna se dispuso un mástil vertical y otro horizontal para fijarla y extenderla.

Figura 117. Ambos astronautas son captados por la cámara interior del LM. Están colocando la bandera de los EEUU. Al fondo se ve la cámara de TV que retransmitía las fantasmagóricas imágenes de los astronautas.

La colocación de la bandera fue el asunto más peliagudo de la EVA puesto que fue complicado clavar el mástil vertical en el suelo. Terminada de colocar, Houston avisó a ambos astronautas que se les iba a dedicar unas palabras. Este hecho no cogió de sorpresa a Armstrong que ya se lo habían soplado anteriormente, pero cogió desprevenido a Aldrin que no le gustó no haber sido informado. La conversación fue rápida y contestada tanto por Armstrong como por Aldrin.

Figura 118. Armstrong y Aldrin escuchan al presidente Nixón al lado de la bandera.

Después de la conversación y antes de volver a los procedimientos pendientes, tomaron unas últimas fotografías generales, entre ellas la icónica foto de Aldrin consultando los procedimientos que iban cosidos en su guante izquierdo (por eso tiene el brazo izquierdo levantado).

Figura 119. Imagen de Aldrin a la derecha del LM, se puede observar una de las patas del tren de aterrizaje con la pértiga de contacto extendida en el suelo. Aldrin consulta el siguiente procedimiento de un listado que está cosido a su guante izquierdo.

Armstrong empezó recogiendo muestras de rocas lunares con mayor cuidado que las muestras de contingencia del inicio y Aldrin colocó un sismógrafo pasivo con alimentación solar (PSE) a unos 15 mts a la izquierda del LM, detrás de unas rocas para protegerlos de los gases del motor de despegue. Armstrong que había terminado de recolectar rocas, colocó el reflector láser para medir distancias desde la Tierra al lado del anterior.

Lo último a realizar era sacar una muestra documentada de la superficie, para ello, Aldrin debía tomar dos muestras cilíndricas de un área que Neil fotografiaría de cerca. Mientras Aldrin se preparaba, Armstrong decidió acercarse al pequeño cráter oeste que había pasado antes de alunizar. El cráter estaba a 60 mts de distancia y tenía 30 mts de diámetro y 6 mts de profundidad, estuvo tomando fotografías del cráter y desde él hacia el LM. Tiempo después se especuló con que Armstrong dejó un recuerdo de su hija, llamando al mismo el cráter de Muffie, el apelativo de su hija que había fallecido.

Figura 120. El pequeño cráter oeste por el que pasó Armstrong al alunizar. Tiene 6 mts de profundidad. El dispositivo a la izquierda es una cámara estéreo.

Después de esta pequeña aventura, Armstrong volvió al entorno del LM para ayudar a Aldrin en el desarrollo de los últimos ensayos a realizar.

Figura 121. Fotografía desde el borde del pequeño cráter oeste, Armstrong, cuya sombra se proyecta en la superficie saca una fotografía del LM.

11.- ¡Adiós amigo! (Aldrin).

Una vez recogidas las muestras, tocaba despedirse de la superficie lunar para volver al LM. El primero en subir a la pequeña nave fue Aldrin, el cual recogió el experimento de viento solar y se despidió con un sonoro “adiós amigo” en español a GET 111:24:53. Se ignora hoy en día cuál fue el motivo de esta curiosa expresión en español. Aunque ambos vivían en Texas donde había una amplia comunidad hispana.

Figura 122. Audio de la última parte del paseo lunar. La expresión de Aldrin está en el minuto 32 y 0 segundos. (Pulsar imagen para escuchar).

Antes de subir, Armstrong dejó en la superficie las medallas conmemorativas de los astronautas muertos en el Apolo 1 y dos medallas soviéticas conmemorativas de Gagarin y de Komarov, ambos también fallecidos.

Armstrong antes de subir lanzó una piedra y pudo ver que recorría una distancia enorme. Hecho el experimento a GET 111:39:13 se cerró la escotilla por primera vez completando una caminata lunar de 2 horas, 31 minutos y 40 segundos, recorriendo 1 kilómetro.

Figura 123. Recorrido aproximado de los astronautas del Apolo 11.

Mientras todo esto ocurría en la superficie, Collins guiado por control de misión intentó encontrar el módulo sobre la superficie. No lo logró a pesar de los siete intentos que hizo mirando la zona que le indicaban desde Houston.

Dentro del módulo una vez presurizado, Armstrong y Aldrin estaban cubiertos de polvo y al quitarse los cascos descubrieron el extraño olor a cenizas mojadas según Armstrong o a cenizas metálicas según Aldrin. Los demás astronautas que pisaron la Luna también lo notaron y posteriormente se describiría como olor a pólvora mojada.

Después de comer se conectaron al soporte vital del LM y volvieron a abrir la escotilla por segunda vez para deshacerse de las botas lunares, cámaras de televisión y de fotos sin los carretes que guardaron cuidadosamente y de las mochilas PLSS, lanzándolas por la escotilla para aligerar peso, esto fue realizado a GET 114:10.

Figura 124. Imagen de Aldrin después del paseo lunar.
Figura 125. Imagen de un eufórico, aunque cansado Armstrong después del paseo lunar.

A GET 114:52, los cansados ​​astronautas finalmente pusieron persianas sobre las ventanas y se acurrucaron para descansar. Ambos decidieron dormir con sus cascos y guantes puestos, esperando que hubiera menos ruido (las bombas de refrigeración del módulo eran excepcionalmente ruidosas como se había comprobado en el Apolo 10), que fueran más cálidos, que hubiera menos posibilidades de respirar polvo lunar y que no tendrían que encontrar un lugar para guardarlos.

Figura 126. Posición de los astronautas en el LM para descansar. Armstrong estaba sentado en el motor y Aldrin sobre el suelo.

Las misiones posteriores proporcionaron hamacas para dormir, pero no para el Apolo 11, por lo que Aldrin yacía en el suelo con los pies contra los costados o doblaba las rodillas, ya que la cabina no era lo suficientemente ancha como para estirarse. Armstrong se sentó en la cubierta del motor de ascenso, se apoyó contra la parte trasera de la cabina y suspendió las piernas a través de un lazo de cintura que había colgado de un asidero. Después de establecerse, Armstrong descubrió que había una bomba molesta que gorgoteaba en algún lugar cerca de su cabeza, y no pudo evitar ver la Tierra mirándolo como un gran globo ocular azul y blanco a través del telescopio óptico de alineación, por lo que tuvo que levantarse y bloquear el Luz de la tierra cerrando el visor. Las persianas tampoco bloqueaban la luz lo suficiente, de hecho, podían ver el horizonte a través de ellas. Fue una batalla interminable conseguir un nivel mínimo de condiciones para dormir. No lo consiguieron y los médicos de la misión empezaron a preocuparse por si el cansancio pudiera afectar al despegue desde la Luna del día siguiente.

Uno de los principales problemas del Apolo 11 para control de misión fue que no se supo a ciencia cierta dónde había aterrizado, los posteriores seguimientos realizados a través de Collins no habían dado sus frutos y era fundamental saberlo para poder calcular cuando debía despegar el Eagle de la Luna. La solución fue ingeniosa, si ni el CSM ni control de misión podían localizar al LM, a lo mejor el LM podía localizar al CSM a través de su radar de Rendezvous. Para ello se ejecutó un programa de rastreo P22 y los datos se traspasaron al CSM. Dio resultado y se supo en ese momento donde estaban.

A GET 120:59 control de misión comenzó a preparar el proceso de despegue desde la Luna despertando a Collins y preparando el CSM, Collins estaba terminando su vigésimo tercera órbita. Una hora y media más tarde Houston despertó o más bien espabiló a Armstrong y Aldrin que intentaban descansar en el LM sobre la superficie lunar. Comenzaron los preparativos para el despegue que se iba a producir 3 horas más tarde. Mientras Armstrong y Aldrin comenzaban su preparación después de desayunar se dieron cuenta de que el interruptor de armado del motor de ascenso (APS) no estaba en su sitio. Este se había roto debido al movimiento con las mochilas el día anterior y ahora constituía un problema. Afortunadamente, se solucionó fácilmente dado que un rotulador de los que utilizaban los astronautas encajaba perfectamente en el hueco del interruptor. Si no hubiera sido así, habría que haber realizado otras operaciones y haber supuesto un retraso considerable. Hay que recordar que el LM sólo tenía electricidad para no más de 30 horas y llevaban 22 horas. Posteriormente durante la presurización de los depósitos de combustible y oxidante, este último no respondía para gran preocupación de Armstrong y Aldrin. Finalmente, también este problema se solucionó esta vez sólo y pudieron seguir la cuenta atrás.

A GET 124:22 cuando Collins y su CSM estaban sobre el lugar de alunizaje del LM en su vigésimo quinta órbita y después de iniciar el programa P12 en el LM, Armstrong pulsó el disparo pirotécnico que rompió los cuatro pernos que unían la fase superior con la inferior y los cables eléctricos que unían las baterías principales de la fase inferior con la superior, activó el motor y Aldrin le dio al botón de proceder de la computadora. Un segundo después, el motor de ascenso comenzó a funcionar y Aldrin tuvo tiempo de mirar como los gases de escape del motor, tumbaban la bandera. Aldrin, que tendría que haber encendido la cámara antes del encendido del motor, no lo hizo, lo hizo después por lo que no se obtuvieron imágenes del despegue desde superficie sino cuando ya estaba en vuelo.

Figura 127. Esquema de ascenso del LM desde superficie lunar.

La nave ascendió verticalmente y cuando llevaban unos 10 segundos y unos 150 mts de altura, la nave cabeceó hacia delante para darle impulso horizontal hacia el oeste para entrar en órbita. Después de 7 minutos y 14 segundos, el motor se paró. Habían entrado en una órbita de 17,4 km de periapsis y 88,8 km de apoapsis. Su distancia desde el punto de despegue en la superficie lunar, en ese momento, era de unos 300 km. El CSM estaba a unos 500 km delante de ellos y 60 km por encima. Su velocidad era de unos 6.000 km/h.

Figura 128. Película del ascenso del LM del Apolo 11. Desafortunadamente, Aldrin no inició la cámara antes del despegue (Pulsar imagen para ver).

Desde el lanzamiento desde la superficie lunar hasta la cita, se requieren casi dos órbitas y 3½ horas para completar y utilizar una técnica conocida como método de reencuentro “coelíptico”.

Figura 129. Diagrama de las primeras dos horas desde el despegue de la superficie lunar hasta encendido CDH.

La técnica de reencuentro coelíptico usado por el Apolo 11, se basaba en tres fases. Nombradas de la misma manera que casi todos los procedimientos del APOLO, con tres letras.

  1. CSI (Coelliptic Sequence Initiation). Se realizaba con los pequeños motores de posicionamiento y se encargaba de convertir la órbita elíptica de 18 km x 88 km que había realizado el APS en una órbita circular de 88 km aprox. Se hacía una hora después del despegue y tras media órbita. En esta fase se hacía un seguimiento del CSM y si era necesario se hacía un encendido para realizar un cambio de plano orbital (a derecha o izquierda del sentido de marcha). En el caso del Apolo 11 no fue necesario.
  1. CDH (Constant Delta Height). Se producía media orbita posterior al encendido CSI y hacía que el LM volara 28 kilómetros por debajo de la órbita del CSM. Durante los siguientes 40 minutos después del encendido CDH, un seguimiento adicional determinaba los detalles de la última fase. Se realizaba con los motores de posicionamiento del LM. Con este encendido conseguía el LM que la forma de su órbita fuera la misma que la del CSM. Después de este encendido el LM tenía 40 minutos para rastrear el CSM con el radar de reencuentro.
  1. TPI (Terminal Phase Initiation). El encendido de los motores de posición del LM lo colocaba en una trayectoria de intercepción del CSM mediante una pequeña órbita de transferencia. Elevaba la altura de la órbita ligeramente por encima de la altitud del CSM, de modo que interceptaría su objetivo en un tiempo menor a 130° de recorrido orbital.Figura 130. diagrama de ascenso desde CDH hasta reencuentro, con una duración de hora y media aprox.

Una vez terminadas las tres fases, ambas naves se encontraron a una veintena de metros en la vigésimo séptima órbita. Se iniciaba ahora la maniobra de acoplamiento que realizaron conjuntamente las dos naves. Collins introducía la pértiga de unión y Armstrong empujaba la nave hasta que se producía la unión de ambas naves. Esto se produjo a GET 128:03, en la decimo sexto giro a la Luna, ocho horas después de haberse desacoplado y haberse producido el grave incidente del LM.

Figura 132. Imagen del reencuentro entre CSM y LM. Podemos asegurar que Collins es el único terrícola del universo detrás de la cámara.

En sus memorias, Collins relata que su mayor terror era volver solo a la tierra sin Armstrong ni Aldrin. Desde luego, si el LM no entraba en órbita, aunque fuera a una altura de 18 km de la Luna, nada se podía hacer. Cuando Collins vio aparecer el Eagle a través del sextante, quedó sorprendido, “por primera vez tuve la sensación de que aquel hijo de su madre iba a volver de una pieza”, escribiría.

Antes de atracar el LM con el CSM, Armstrong tuvo problemas con la posición de la nave y atascó el sistema de guiado. Se tuvo que utilizar el sistema de guiado de emergencia AGS. Una vez atracados a GET 128:03, se abrieron las escotillas y Armstrong y Aldrin pasaron al CSM. Collins elevó la presión del suministro de oxígeno para provocar que el aire fluyera al LM y no al revés. Aunque Armstrong y Aldrin habían utilizado una aspiradora, no querían que el polvo lunar estuviese dando vueltas por el CSM. Se transvasaron las muestras de rocas lunares que estaban en dos contenedores y se guardaron. Armstrong había traído polvo lunar en una pequeña bolsa de contingencia y se lo enseñó a Collins. Este percibió el polvo lunar como “arena mojada”. Se recogió toda la basura y aquellas cosas que no se iban a utilizar más y se echaron en el LM. El CSM y el LM se separaron definitivamente a GET 130:09. La etapa de ascenso del LM se condujo por control remoto desde Houston y se estrelló en un lugar indeterminado de la Luna.

En la trigésimo primera órbita lunar, el CSM hizo su último encendido de importancia para sacar a los astronautas de órbita lunar y transportarlos a la tierra. Esto ocurrió a GET 135:23 con un encendido de 150 s aprox del motor SPS del CSM. La velocidad del CSM pasara a ser de 9.500 km/h aproximadamente, lo suficiente para escapar de la atracción lunar. El tiempo de estancia en la luna había sido de aproximadamente 60 horas, casi 3 días, desde que se insertaron en órbita lunar.

El resto del viaje fue bastante tranquilo tuvieron que realizar una pequeña corrección de rumbo que se realizó a GET 150:29 y una transmisión de televisión desde el CSM.

Figura 133. Última retransmisión de la tripulación del Apolo 11.
Figura 134. Amanecer de la Tierra desde órbita lunar.
Figura 135. Una de las mejores imágenes de la Luna de todo el programa Apolo. Tomada mientras volvían a casa.

En la mañana del 24 de Julio, la tripulación del Apolo 11 se preparó para la reentrada y posterior amerizaje, a unos 1.500 km de las islas Hawai. Lo primero que hicieron fue asegurar todos los objetos y tomar las pastillas contra el mareo, mientras repasaban la lista de control de la reentrada. Collins, controlando el CSM se sentó en el asiento izquierdo, Armstrong en el medio controlaba la computadora y Aldrin el soporte vital.

Figura 136. Esquema general de la reentrada que comenzaba a unos 122 km de altura.

Se produjo una última incidencia cuando se comunicó que la zona prevista de amerizaje iba a tener tiempo revuelto por lo que se incrementó su trayectoria horizontal en 800 km, haciendo un total de 2800 km el recorrido horizontal desde el inicio de la reentrada hasta el amerizaje. Todo el equipo de rescate tuvo que trasladarse.

A GET 194:49, 14 minutos antes de la reentrada, se produjo la separación del módulo de servicio (SM) del módulo de mando (CM). Este pasó por delante de las ventanillas rumbo a la atmósfera donde se abrasaría. El Apolo 11 ahora sólo pesaba 6 Tn. En su despegue pesó un poco más de 3.000 Tn.

El ángulo de la reentrada era muy estrecho para que con la velocidad que llevaban, cerca de 40.000 km/h no salieran rebotados o se abrasasen directamente. Este ángulo convertido en distancia lineal suponía 74 km.

El proceso de reentrada comenzó oficialmente a GET 195:03 y se esperaba que desde ese momento hasta el amerizaje no pasaran más de 15 minutos.

Figura 137. Trayectoria seguida por el CM en su descenso hasta su amerizaje.

A 121 km de altura cayeron con una fuerte inclinación y la nave se inclinó de tal forma que el escudo térmico protegiese a esta. Las temperaturas que se podían alcanzar serían de 2.800 ºC, una temperatura superior a la que desprendía un motor F-1 del cohete Saturno. La cola de gases generada ionizaba el entorno y se cortaron las comunicaciones. Los primeros 900 km de trayectoria horizontal fueron de esta manera,

Figura 138. Película de la reentrada del Apolo 11 visto desde un avión de seguimiento. Lo primero que se ve es como el SM se abrasa en la atmósfera quedando sólo el CM que sigue su caída. (Pulsar imagen para ver). Robert Mosley (USAF).
Figura 139. Detalle de la parte superior del CM. Una vez terminado el proceso de aerofrenado, se eyectaba la protección y se abrían primero unos paracaídas estabilizadores, posteriormente los paracaídas principales. Disponía de tres balones hinchables para cambiar la nave a posición estable-1. Estaban situados debajo de los paracaídas principales.

a continuación, la nave se niveló, momento en que la tripulación sintió como si pesara 6,5 veces más. La nave rebotó hacia arriba y luego hacia abajo en un yoyó que duró otros casi 1.300 km. Cuando terminó esta fase, volvieron a caer en fuerte inclinación otros 556 km recibiendo una segunda dosis de peso extra (6 veces su propio peso). A 8 km de altura, se separó un cono en la parte superior del módulo donde se alojaban el doble sistema de paracaídas, los de frenado y los tres principales además de unos flotadores por si al amerizar no quedaba la parte inferior sobre el agua.

Figura 140. Posiciones estable-1 y estable-2. Lo ideal era estar en la primera posición. Si eso no era posible se inflaban tres flotadores.

Una vez se abrieron, recuperaron la comunicación con Houston y amerizaron a una velocidad de 32 km por hora, el fuerte impacto, propició que no pudieran activar el corte de los paracaídas y estos los arrastraron a una incómoda posición en la que la parte inferior no estaba sobre el agua. Después de igualar presiones, Collins inmediatamente cerro la pequeña válvula para evitar que salieran unos hipotéticos microbios lunares. A continuación, activaron los balones de flotación para que hicieran su trabajo y colocaran la nave en una posición estable-1 más adecuada para ser rescatados. La misión había terminado a GET 195:18

tttFigura 141. Explosión de júbilo en control de misión de la Houston al amerizar el Apolo 11

Quedaron a 22 km del portaaviones Hornet y al rescatarlos, un buzo experto en descontaminaciones abrió la escotilla brevemente y les lanzó trajes de aislamiento biológico equipados con capucha, visera y filtro biológico. Una vez puestos, se abrió nuevamente la escotilla donde el buzo les esperaba con su traje puesto, este les roció con una sustancia desinfectante y esperaron el helicóptero.

El buzo, volvió a abrir la escotilla de la nave y roció el interior con sustancia desinfectante para volverlo a cerrar.

Figura 142. La tripulación del Apolo 11 espera en una balsa en compañía de un buzo su recogida por un helicóptero.
Figura 143. Miembro de la tripulación sin identificar sube al helicóptero de rescate.
Figura 144. Un asustado Michael Collins sale del helicóptero para entrar en el remolque de descontaminación.

12.- ¿De verdad creéis que existen microbios en la Luna?

Antes de la misión, el temor en la dirección de la NASA era la posible existencia de los “microbios lunares”, por lo que se establecieron un extenso conjunto de precauciones para evitar un posible contagio a nivel mundial. Ninguno de los 127 equipos de científicos que esperaban las rocas lunares creía que hubiera formas de vida en las muestras que iban a recibir.

No obstante, se construyó apresuradamente un recinto de aislamiento en Houston para que los astronautas pasaran un período de cuarentena y diferentes unidades móviles de cuarentena (MQF). También se fabricaron trajes especiales de aislamiento para los astronautas y para las personas que entraran en contacto con ellos y otras que de manera accidental se contaminasen con las muestras.

Figura 145. Aldrin observa sonriendo al presidente Nixon en la bodega del Hornet.

Los astronautas, junto con un médico, nada más llegar al portaviones entraron en una unidad móvil que albergaba sala de estar, cocina con horno microondas, literas y áreas de aseo. Después de un rápido chequeo médico, se ducharon y después de una semana se pusieron ropa limpia. El período de cuarentena se estableció en 3 semanas.

Cuando terminaron de asearse y cambiarse, fueron a un extremo de la unidad móvil y se abrió una cortina donde estaba esperando el presidente Nixon. Hubo discurso de bienvenida y alabanzas para los astronautas.

Dos horas después llegó el CSM Columbia y se dispuso al lado de remolque MQF, mediante un túnel de plástico. Un técnico con ayuda de la tripulación aseguró la nave frente a peligros de propulsión y dispositivos pirotécnicos, se rescataron las películas y las cajas de rocas. Se sacaron a través de una exclusa y se enviaron en helicópteros separados a Hawái donde se transportaron por aire a Houston. Se habían traído 22 kg de material de superficie incluyendo 50 rocas de diversos tamaños.

Figura 146. Armstrong toca el ukelele dentro de las instalaciones del MQF en el Hornet.

Al día siguiente, Collins volvió gateando por el túnel de plástico hasta el Columbia y recogió los planes de vuelo y las listas de control. Antes de irse, escribió encima del sextante “Nave espacial 107; alias Apolo 11; alias Columbia. La mejor nave en salir de la línea de ensamblaje. Dios la bendiga. Michael Collins, CMP”. Dos días después llegaron a Pearl Harbor donde el remolque se embarcó en un reactor rumbo a Houston. Después de un viaje de 6 horas, el 27 de Julio llegaron y fueron recibidos por sus familiares, hablaron con ellos por teléfono.

Figura 147. Muestras lunares del Apolo 11 llegan al laboratorio de recepción lunar en Houston.

Posteriormente tanto las rocas, como la nave Columbia como los astronautas, médico, técnicos y pilotos entraron en el laboratorio de recepción lunar (LRL) un edificio de 3 pisos para pasar el resto de las 3 semanas de cuarentena.

Las muestras lunares se enviaron a laboratorios especiales y se expusieron a plantas y animales por si existía el más mínimo indicio de bacterias en las mismas. El resultado fue negativo.

El resto del tiempo de cuarentena tuvieron extensas reuniones en salas con un cristal intermedio de separación con Deke Slayton, los miembros del Apolo 12, controladores de vuelo, ingenieros de sistemas, directores y planificadores de la siguiente misión, además de sus familias.

Figura 148. Collins y Aldrin saliendo del centro de cuarentena. Aldrin es saludado por Robert Gilruth, director del centro de naves espaciales tripuladas (de espaldas).

Collins a preguntas de cómo se estaba en el centro de cuarentena y por el viaje a la Luna contesto “Me quiero ir “. Ninguno de los tres sabía que iba a pasar a partir de ahora. Collins volvió a indicar “No se que harán Buzz y Neil, pero sea lo que sea debemos apoyarnos y no estoy seguro de que todavía hayamos construido la base de ese apoyo”.

13.- El precio de la fama.

El 10 de agosto salieron del periodo de cuarentena y después de un breve discurso de Neil agradeciendo la ayuda de todo el mundo, se fueron a su casa con sus familias, sabiendo que a partir de ese momento todo lo que vendría después serían ruedas de prensa, discursos y apariciones como invitados en numerosas reuniones.

Ninguno de los tres volvió a volar al espacio y nunca hubo una verdadera amistad entre ellos. Como diría Collins en sus memorias,

“somos unos solitarios y por ello no me siento tan cerca de ninguno de ellos como las experiencias de vuelo que compartimos pudiera dar a entender”.

Figura 149. Bienvenida de los astronautas en Nueva York el 13 de agosto de 1969.

Collins se retiró de la NASA en 1970, se introdujo en círculos políticos, pero decidió que eso no iba con él. Se convirtió en director del museo del aire y el espacio, y supervisó varias exposiciones del Instituto Smithsonian hasta 1980, posteriormente se dedicó a negocios privados. Reside entre Carolina del Norte y Florida, sigue casado con su primera mujer y se dedica a pescar y a pintar.

Aldrin se retiró de la NASA en 1971 después de comprobar que no iba a volver al espacio, se convirtió en comandante de la escuela de pilotos de prueba, pero lo abandonó un año después. Sufrió depresión y alcoholismo durante años y pensó en algún momento en que quitarse la vida, como su madre, podría ser la salida. Finalmente superó su estado, se separó de su mujer y hoy sigue dando conferencias y dedicándose a desarrollar técnicas para avanzar en la exploración espacial. Se casó de nuevo y vive en California.

Armstrong, decidió no volver al espacio. Abandonó la NASA en 1971 y en un primer momento aceptó un puesto en el centro de operaciones de pilotos de prueba, pero lo abandonó enseguida, ya no tenía ganas de seguir arriesgando y sentía la necesidad de enseñar. Completó un máster en ingeniería espacial y se dedicó a la enseñanza en la Universidad de Cincinnati hasta que en 1979 se pasó al mundo de los negocios. Aunque había abandonado la NASA participó, a petición de esta, en las investigaciones de lo que ocurrió en el Apolo 13 y en la pérdida del transbordador espacial Challenger en 1985. Se separó y volvió a casarse. De los tres astronautas fue el más enigmático y sus apariciones fueron cada vez más esporádicas, tuvo diferentes conflictos jurídicos al intentar aprovecharse gente de su confianza de su fama. Lo que ganó en los tribunales o fuera de ellos, lo donó siempre a universidades. Desde 1994 dejó de firmar autógrafos. Fue uno de los pocos astronautas estadounidenses condecorado por la antigua URSS. Murió en 2012.

Próximo artículo: La precisión de Apolo: Apolo 12 y Apolo 14.

Bibliografía:

  • Chariots for Apollo. A history of manned lunar spacecraft. Brooks, C. Grimwood, J. Swenson, L. (1979). NASA.
  • La conspiración lunar ¡vaya timo! Fernández Aguilar, Eugenio. (2009). Ed. Laetoli.
  • Exploradores del espacio. Gregori, Javier (1998). Ediciones Martínez Roca, S.A.
  • Lunar Module. LM10 through LM14. Vehicle familiarization manual. (1970). Grumman.
  • Moon Lander. How we developed the Apollo lunar module. Kelly, Thomas (2001). Smithsonian History of Aviation and Spaceflight series.
  • Mailer, Norman. (2009). Taschen GmbH.
  • Digital Apollo: human and machine in spaceflight. Mindell, David A. (2008). MIT.
  • Apollo Operations Handbook. LM11 and subsequent. Vol II (1971). NASA.
  • Objetivo: La Luna. Parry, Dan. (2009). Ed. Planeta.
  • Hombres en el espacio. Pasado, presente y futuro. Ruiz de Gopegui, Luis. (1996). McGrawHill.
  • El mundo y sus demonios. Sagan, Carl. (1997). Ed. Planeta.
  • How Apollo flew to the moon. Woods, W. David (2008) Springer.
  • Apollo 11: A giant leap for mankind. David Clow. 2014

https://www.rocketstem.org/2014/07/18/apollo-11-a-giant-leap-for-mankind/

  • Apollo 11. Hamish Lindsay.

https://honeysucklecreek.net/msfn_missions/Apollo_11_mission/hl_apollo11.html

  • Apollo 11. Press Kit. NASA. 1969.
  • Apollo 11. Mission Report. NASA. 1969.
  • Apollo 11. Postlaunch Report. NASA. 1969.
  • Apollo 11. Saturn V launch vehicle flight evaluation report AS-506. NASA. 1969.
  • Apollo flight journal. Apollo 11. W.David Woods and Robin Wheeler. NASA. 2019.

https://history.nasa.gov/afj/ap11fj/index.html

  • Nota: Las imágenes no mencionadas proceden del archivo oficial de la NASA.

[a] GMT Greenwich Mean Time. Hora en el meridiano de Greenwich.

[b] EDT. Hora en el este de Estados Unidos.

[c] En este documento se usará la misma denominación para medir tiempos que en la misión original. Se usaba el acrónimo GET (Ground Elapsed Time, tiempo transcurrido referido a tierra). Dicho tiempo comenzaba a medirse desde el momento de despegue. El formato era horas:minutos:segundos.décimas de segundo. Ejemplo GET 23:45:57.34 indica que el evento ocurrió a las 23 horas, 45 minutos, 57 segundos y 34 décimas de segundo del despegue. Habitualmente se utilizaba sólo horas y minutos, GET 35:56 indica que el evento sucedió a las 35 horas y 56 minutos del despegue. A partir de las misiones de la lanzadera espacial, se sustituyó la inicial G por la inicial M, de Misión, pasando a MET.

[d] 26 horas y 45 minutos desde el despegue.

[e] A las 80 horas y 11 minutos del despegue.

[f] 81 horas y 30 minutos desde el despegue.

Facebook
Twitter
LinkedIn

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más
artículos